Escultura. La biblioteca de Usera, la primera de Madrid en exhibir una obra de arte, acoge una pieza de Esperanza d’Ors sobre la inmigración Una patera de hierro contemporánea navega desde ayer entre las miles de páginas de la biblioteca de Usera. Las esculturas han llegado a estos espacios de estudio, lectura y silencio. Y el barrio de Usera es el primero en tener una. Su nombre es Devolución de prometeos a su lugar de origen: un viaje de transhumancia, y es de la artista Esperanza d’Ors.

Diez figuras humanas de pie, dentro de una gran jaula de hierro abierta, asoman sus cabezas, sus hombros y algunos brazos. Todos ellos iguales aunque en diferentes posturas. Todos con una mueca entre impasible y triste, como esperando, mirando aquello que se mueve fuera de esas barreras.

No es la realidad, pero cada medida y cada figura tiene una explicación. Los 2,50 metros de altura, por 3,86 de largo, y 1,66 de ancho, son las mismas dimensiones que las de las pateras que llegan a las costas de nuestro país. Entre las rejas, ocho hombres y dos mujeres, una de ellas, embarazada, vuelven a su ciudad de origen.

«Estos prometeos somos todos. Ellos sueñan, esperan y viajan como nosotros», evoca Esperanza. Para la artista, la inmigración es el gran tema del siglo XXI. «El hombre siempre ha tenido que luchar contra los muros de la naturaleza, pero ahora también se encuentra con otros: los invisibles de la intolerancia», explica.

Esta obra dará paso al resto de esculturas y pinturas que la Comunidad de Madrid tiene la intención de colocar en las bibliotecas públicas. «Veremos cómo funciona y pensaremos en los espacios adecuados para otras obras», afirma la directora general de Archivos, Museos y Bibliotecas de la Comunidad de Madrid, Isabel Rosell. «Parece hecha para este lugar», añade satisfecha.

Y es que la escultura mitológica de los prometeos tenía un destino distinto. Se creó para un proyecto que permitiría llevar las obras por los puertos de España. Una creación que se iría configurando con el tiempo. Pero el proyecto no se realizó. Y, aunque esos rostros andróginos fueron concebidos para ese viaje portuario, parece que fueran creados para el espacio que desde ayer ocupan, en la Avda. Rafaela Ybarra, 43.

Un lugar de encuentro, un espacio en el que obras literarias y visuales se mezclan con las nuevas tecnologías en estos tiempos de transversalidad. Y, sobre todo, un edificio en el que la escultura se puede contemplar desde una visión cenital. «Esta mirada es insólita, pues desde abajo, se nos echa encima», explica la autora.

En la inauguración de la obra también colaboró Andrés Ibáñez, autor del texto ¿Somos estatuas vivas?. Unas palabras escritas específicamente para los prometeos, para los «locos», como él expresaba, «esos idiotas que con sus actos a veces logran heroicidades».

Ahora habrá que esperar para ver otras 50 figuras humanas desnudas. Esta vez, de mujeres vistas a través de un burka. Pero esta será la próxima creación de Esperanza d’Ors.

De momento, quienes visiten la biblioteca de Usera no sólo podrán estudiar, leer y escuchar música. También podrán ver arte y no sólo en los libros.