SIMONE VEIL Ex presidenta del Parlamento Europeo

«Más allá de Estambul no es Europa»

El Mundo, SILVIA ROMÁN, 17-07-2009

Madrid


Simone Veil sigue siendo la «gran dama francesa». Elegante, serena, brillante. Fue la primera mujer ministro de la V República, legalizó el aborto en 1975, presidió el Parlamento Europeo, es miembro del Consejo Constitucional de Francia… Mucho antes, sufrió el Holocausto, cuyos recuerdos la siguen golpeando a sus 82 años. No deja de pensar en su madre, que murió a su lado de tifus en Mauthausen y a quien agradece su trayectoria profesional: «Mi madre nos dijo siempre, a las tres hijas que tenía, que era absolutamente necesario tener un interés en la vida y cierta independencia económica respecto al marido».


La magistrada e icono feminista de Francia sigue en activo, en plena forma. Así, en su reciente visita a España, en sólo unas horas dio una conferencia en Madrid e inauguró un seminario en Yuste (Cáceres), organizado por la Fundación Academia Europea de Yuste.


Pregunta. – Su conferencia magistral ha versado sobre Memorias y lugares de memoria en Europa. ¿A qué memorias y a qué lugares se refiere exactamente?


Respuesta. – Mis reflexiones persiguen que ciertos acontecimientos no vuelvan a tener lugar y que se tengan presentes en la actualidad. Por ejemplo, el exterminio de los judíos por los nazis es algo que no se puede olvidar.


P. – ¿Cómo reaccionó cuando el Papa Benedicto XVI aceptó en sus filas a un obispo negacionista?


R. – Las palabras del Papa chocaron a mucha gente, en especial a los jóvenes católicos, a quienes les afectó que el Papa no hubiera examinado suficientemente este asunto.


P. – ¿Se siente ante todo judía?


R. – No tengo religión. Soy laica.


P. – Como defensora de los valores de la Unión Europea y como ex presidenta del Parlamento Europeo, ¿cree que los valores europeos se pueden defender, por ejemplo, en un Hemiciclo con ultraderechistas y euroescépticos?


R. – Me parece que exagera usted un poco. Según los países, ha habido situaciones distintas. En Francia, creo que no ha habido una sola persona elegida para el Parlamento Europeo de la extrema derecha.


P. – Es cierto que ha sido un fenómeno más de Europa del Este… ¿Cuál puede ser la explicación?


R. – Se puede tener la impresión de que la Historia ya ha pasado, pero está ahí y ha tenido una aportación evidente. La gente de Europa del Este sufrió situaciones muy difíciles y ahora han pasado de un extremo a otro.


P. – ¿Cómo ve el futuro del Tratado de Lisboa?


R. – Para mí el Tratado de Lisboa es una gran esperanza. Y espero que se apruebe, porque el Parlamento Europeo tendrá mucho más poder y, además, quedará consagrada Europa. Si no, Europa corre el riesgo de que cada vez vaya desinteresando más a los ciudadanos. Si queremos que Europa se construya, hay que avanzar.


P. – ¿Cuál es su postura sobre el posible ingreso de Turquía en la UE?


R. – Le voy a ser muy sincera: no soy partidaria de la entrada de Turquía en la Unión Europa, porque más allá de Estambul no es Europa. Pero sobre todo por las mujeres, porque con frecuencia se les obliga a llevar el velo. Es una de las cosas que se les obliga a hacer. Es cierto que en Europa también se discrimina a la mujer, pero en Turquía esta discriminación es aún mayor.


P. – Pero en Francia también hay muchas mujeres con velo.


R. – Sí.


P. – Y, ¿no es lo mismo un velo que otro? ¿No tiene nada que ver una situación con otra?


R. – Forma parte de ella. Y plantea una situación particular: que las mujeres tienen muy poca libertad. Salvo algunas que tienen los medios necesarios o que ocupan un puesto importante en la sociedad. Pero en Turquía, en comparación con otros países, no es que decidan o no llevar el velo, sino que las obligan.


P. – Tras una vida tan intensa, ¿le quedan sueños por realizar?


R. – Mi sueño sería que la sociedad fuera más abierta, que estuviera mejor hecha. Todavía existen muchas diferencias…


P. – ¿Entre hombre y mujer?


R. – ¡Ésa es la mayor diferencia!


P. – ¿Mantiene su apoyo a Nicolas Sarkozy?


R. – Soy bastante ecuánime y, en la actualidad, en Francia, no veo quién podría asumir la responsabilidad de la Presidencia excepto Sarkozy. Me parece que saca adelante, y muy bien, los problemas de Francia.


P. – Como mujer, ¿qué le parece Carla Bruni?


R. – La mujer de Sarkozy es muy libre e independiente. Cuando quiere decir algo, lo dice con toda franqueza. Expresa sus opiniones, canta, baila…


P. – ¿Qué opina sobre las nuevas leyes de aborto, como la española?


R. – Yo estaba en el Gobierno cuando se promulgó la ley sobre el aborto en Francia. Hay gente que está en contra. Hay gente que me dice que mato niños.


P. – ¿Todavía?


R. – Sí. Hace tres días recibí una carta en ese sentido.


P. – En España se ha desatado un gran debate con la nueva ley del aborto. Se ha despenalizado hasta la semana 14 y también se puede abortar libremente, en algunos casos, hasta la semana 22. ¿Usted la considera polémica?


R. – Creo que 22 semanas es mucho, el niño es ya muy grande.


P. – ¿Incluso si el feto presenta graves anomalías?


R. – Si hay un caso de malformación, que el médico asegura que el niño no viene bien, entonces sí me parece bien.


P. – Otro detalle es que las adolescentes de 16 años podrían abortar sin permiso paterno. ¿Qué le parece?


R. – Es difícil posicionarse… Pero creo que, en los casos excepcionales de una ruptura entre padres e hijos, es el juez el que puede permitirlo.

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