4.000 euros por viajar de forma ilegal a Andalucía
El País, , 16-07-2009Una inmigración ilegal cuesta cerca de 4.000 euros, mientras que hacerlo de forma legal no supera los 300 euros. Ésta es una de las conclusiones a las que ha llegado el doctor en Antropología social Mokhtar Mohatar Marzok en el estudio, realizado en 42 municipios andaluces y mediante 1.514 cuestionarios, Marroquíes en Andalucía. Dinámicas migratorias y condiciones de vida que presentó ayer en el Centro de Estudios Andaluces.
Mohatar destaca que comprar un contrato de trabajo para después obtener un visado y los gastos que supone llegar sin papeles pueden alcanzar los 4.000 euros, aunque su estudio revela que el 40% afirman haber salido de modo no legal. Pero independientemente de la forma en que salgan los marroquíes de su país, el doctor Mohatar afirma en su estudio que el proyecto migratorio se suele realizar por intermediación familiar. “El 25% de los emigrados, cuyo perfil es un hombre de entre 30 y 50 años, tenía un hermano ya asentado. Y el 50% de la partida se la financian sus padres o familiares que ya están instalados en Europa. Por lo tanto, hemos deducido que las redes de amigos y familiares cobran vital importancia en el proceso de llegada”.
Los primeros inmigrantes marroquíes que llegaron a Andalucía fueron hacia la Costa del Sol a principio de los años ochenta. En enero de 2008, Andalucía registró 92.712 inmigrantes marroquíes sin contar con los irregulares, lo que lo convierte en el segundo colectivo asentado en la comunidad tras los del Reino Unido. “El lugar de destino preferente de los marroquíes sigue siendo la Costa del Sol, donde pueden desarrollar tareas de poca cualificación, como la construcción o el sector servicios. Y también Almería donde se concentran para trabajar en la agricultura”, asegura el doctor. Según el estudio, el 68% de los inmigrantes se concentra en trabajos no cualificados y el 34,6% en la agricultura. “También es destacable que hay un grupo importante de universitarios que sacrifican su nivel de formación por obtener mejores condiciones laborales”, detalla.
“Lo que hemos descubierto es que también emigran a Andalucía marroquíes del centro del país, de las provincias de Beni Mellal y Khouribga. Aparte de los del norte, que ya eran conocidos”, destaca Mohatar. Esta información puede servir para optimizar y focalizar las políticas de cooperación de las instituciones. “Sabiendo esto se pueden reconducir las intervenciones y los proyectos donde las instituciones invierten en labores de desarrollo”, resalta.
Este estudio, realizado por un equipo de 58 personas, es una primera parte de un proyecto más amplio en el que se investigarán con más detenimiento otros aspectos de la población marroquí en Andalucía como la economía doméstica, la familia, el trabajo o la religión. Para esta primera fase; Mohatar basó su investigación en dos preguntas: ¿de dónde vienes? y ¿cómo te va la vida? “A la segunda, la mayoría contestó que no estaban bien y que tampoco tenían expectativas de mejora, pero que tampoco se iban a volver. No hay proyecto de retorno, por eso traen a sus familias”. Pero este estudio terminó a finales de 2008, y según cuenta Mokhtar Mohatar, ha podido vislumbrar en los datos del primer semestre de 2009 que con la crisis se está suspendiendo la reagrupación familiar.
“Ahora se está pasando a la inmigración individual. Ya no sale tan rentable mantener a toda una familia viviendo en España. Algunos hombres han vuelto a escolarizar a los niños en Marruecos y dejarlos allí con su mujer para volverse ellos y mandar el dinero desde España”.
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