Bruselas presiona a los Estados para que compartan la "carga" de la inmigración
Prensa Libre, 15-07-2009
BRUSELAS (AFP) –
El flujo de inmigrantes y refugiados a Europa, si bien se ha logrado frenar en países como España, amenaza con desestabilizar otros Estados como Grecia si sus socios europeos no arriman el hombro y aceptan acoger a parte de los demandantes de asilo, advierte la Comisión Europea.
“Los futuros flujos migratorios pueden ser masivos y el peligro es que Europa sea miope”, afirmó recientemente el comisario europeo de Inmigración, Jacques Barrot, alertando de que “esta situación puede desestabilizar democracias como Grecia”, subrayó.
Preocupada por las condiciones de retención de los demandantes de asilo en países como Italia, la Comisión quiere relanzar el debate sobre el reparto “de la carga” durante una reunión de los ministros del Interior de la UE, el jueves en Estocolmo.
“Europa no es solidaria y deja a algunos Estados soportar todo el peso”, lamentó Barrot.
Los principales interesados en que la Unión Europea (UE) adopte un sistema de reparto obligatorio de refugiados y demandantes de asilo son países del Mediterráneo oriental – Italia, Malta, Grecia y Chipre – , enfrentados a desembarcos masivos de inmigrantes ilegales procedentes del norte de África.
Actualmente, la política migratoria europea establece que el reparto de inmigrantes puede hacerse sobre una base voluntaria.
Los cuatro Estados mediterráneos “cuentan con el apoyo” de España, si bien su Gobierno empieza a recoger los frutos de la política de control y repatriación llevada a cabo en las islas Canarias, una de las principales puertas de entrada a Europa, según fuentes diplomáticas.
El récord de llegadas a las Canarias se dio en 2006, con 31.678 clandestinos subsaharianos, cifra que cayó hasta los 1.318 en el primer trimestre del 2009.
En el conjunto del Mediterráneo, más de 67.000 personas atravesaron el mar el año pasado en busca de una vida mejor en Europa, según el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados.
Pero el interés de los países más afectados en un sistema solidario obligatorio choca con las reticencias de los menos concernidos, como los países escandinavos o Alemania.
“En 1995, Alemania pidió el mismo mecanismo” a sus socios europeos “para lidiar con la llegada de refugiados bosnios y kosovares que huyeron de los conflictos de los Balcanes, y se le dijo que no”, señalaron las mismas fuentes, justificando la actual postura de Berlín.
Un proyecto piloto para acoger voluntariamente a demandantes de asilo de Malta, una pequeña isla de 400.000 habitantes desbordada por la llegada de clandestinos, podría ver la luz en los próximos meses.
Francia quiso dar el ejemplo con un pequeño gesto, aceptando acoger recientemente a 92 refugiados llegados a Malta.
“Es quizás una gota de agua, pero es posible que se acabe llenando el vaso”, declaró el ministro francés de Inmigración, Eric Besson.
Los países europeos rechazan el 70% de las demandas de asilo, empujando a los candidatos a la clandestinidad. El resultado son cerca de 8 millones de extranjeros que viven en situación irregular en la UE.
“Hay que lograr que las demandas de asilo puedan hacerse en países terceros” fuera de la UE, propuso el comisario Barrot. “Es inadmisible que un demandante deba pagar a un pasante 5.000 dólares para ir de Turquía a Samos, en Grecia”, afirmó.
El comisario anunció su intención de visitar próximamente Turquía y Libia para negociar acuerdos en este sentido. Su plan es que las embajadas de los Estados europeos en algunos países de la ribera sur del Mediterráneo puedan otorgar visados humanitarios a los demandantes.
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