Chamizo lamenta que la muerte de inmigrantes «ya no conmueve»

El Defensor del PuebloAndaluz califica de «vergonzosa» la respuesta de la Unión Europea y critica el papel de Marruecos

Diario Sur, ANTONIO MONTILLA, 04-07-2009

Los cuerpos sin vida de una mujer y una niña flotando en junio en las playas de Tarifa y las ocho personas muertas tras encallar una patera en la playa gaditana de Zahora han tenido poca trascendencia en los medios de comunicación social, si se pondera que se trataba de dos sucesos en el que, al menos, diez seres humanos han perdido la vida en aguas españolas. No son un caso excepcional, sino un macabro ‘suma y sigue’. Una resignación que no todos los estamentos públicos comparten.

El Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, respondió con contundencia a las preguntas que en relación a este tema le formularon los periodistas en el Parlamento de Andalucía, hasta donde se desplazó para entregar a la presidenta de la Cámara autonómica, Fuensanta Coves, la memoria del Defensor del Menor de 2008.

Chamizo lamentó que, tras las últimas muertes de inmigrantes ocurridas en aguas del Estrecho, los ciudadanos andaluces y españoles no hayan respondido de la forma adecuada. «La sociedad ya no se conmueve al ver a gente perder la vida en su intento por alcanzar una vida mejor». El Defensor del Pueblo Andaluz explicó que siente «enfado personal» cada vez que naufraga una patera repleta de inmigrantes frente a las costas andaluzas.

Programadas

A su juicio, se trata de muertes «programadas», por lo que ha calificado de «vergonzosa» la «respuesta» que está ofreciendo la Unión Europea a la «encrucijada» de la inmigración, al tiempo que también ha criticado a Marruecos por «no controlar» la salida de embarcaciones hacia España. Un mayor control en los países del África subsahariana ha supuesto un descenso notable de las pateras que llegaban a Tenerife.

Por otra parte otros 29 inmigrantes llegaron ayer en dos pateras al litoral andaluz. Se trata de 13 varones de origen magrebí, entre ellos un menor de edad, que arribaron a la playa de Los Muertos, en (Almería), y de otros 16 que llegaron al parque natural Cabo de Gata.

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