Euskaldun ¿fededun?

Las variables sociales y demográficas influyen, y de qué manera, en las creencias y posturas adoptadas ante el fenómeno de la inmigración.

Deia, 30-06-2009

Lejos quedan los tiempos en que la sociedad vasca se caracterizaba por sus valores religiosos. La fe que década tras década estimuló los comportamientos abiertos de una población aclimatada a los aires extranjeros ha perdido peso entre los euskaldunes. De hecho, el último estudio firmado por el Observatorio Vasco de Inmigración (Ikuspegi) refleja que las personas ateas, agnósticas “o indiferentes ante la religión” son más tolerantes con la inmigración que las católicas, sean practicantes o no.

Eso sí, el sentimiento de pertenencia a la nación vasca alimenta con fuerza las actitudes tolerantes ante la población extranjera. Al menos, así lo indicó ayer el director de Ikuspegi, Xabier Aierdi: “son significativamente más tolerantes con la inmigración las personas que se sienten sólo vascas o más vascas que españolas (59,62%) que las que se definen como sólo españolas o más españolas que vascas, con un 54,89%”.

Este perfil del ciudadano residente en la CAV simpatizante y practicante de la tolerancia y que pone en duda el valor de la religiosidad se completa con otro tipo de huellas humanas, determinantes también, como son la edad, los estudios cursados y, por supuesto, la ideología. Así, un joven euskaldun apartado de cualquier creencia religiosa, estudiante de grado medio o superior y que, además, sea afín a políticas de izquierda sería el retrato robot del Tolerante Perfecto.

Sin embargo, este ideal identitario únicamente representa un exiguo 2,3% de la población vasca. Y es que, teniendo en cuenta todas esas variables, Ikuspegi ha elaborado un total de 14 tipos de población según la tolerancia hacia la población extranjera. De esta forma describen el perfil del vasco más tolerante, como una persona con estudios universitarios, agnóstica o atea o de otra religión no católica. Su nota sería de 68 puntos sobre 100 en el examen de tolerancia. En el extremo contrario, el grupo de población menos tolerante responde al perfil de un individuo sin estudios, insatisfecho con su situación económica personal, de ideología de derecha o centro, a lo que responde un 4,4% de los vascos que obtendría una nota de 48 puntos.

Este arquetipo vive, no obstante, agazapado entre ideologías, fes variadas y dinero, mucho o poco. Por esa razón, el grupo más numeroso es el formado por los ambiguos, aquellos que ante ciertas cuestiones presentan rasgos “clara y manifiestamente aperturistas y tolerantes”, mientras que ante otros asuntos adoptan “posturas más defensivas, desconfiadas, cerradas e intolerantes”, describió ayer José Antonio Oleaga, responsable de las investigaciones sociológicas lideradas por Ikuspegi.

Estos discursos contradictorios en materia de inmigración ligados a la sociedad vasca repudian, en cualquier caso los comportamientos racistas. “La gran mayoría de los segmentos obtenidos se mueve en el espacio de la ambivalencia, huyendo de los extremos entre la tolerancia y la xenofobia”.

Los expertos hablan de la “inflexible carga dogmática” de la religión para oponerla a la inmigración

El ‘Tolerante Perfecto’ sería joven con estudios, euskaldun y se confesaría ateo y/o agnóstico

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