El Estrecho de Gibraltar se ha cobrado nuevas vidas. Al menos siete inmigrantes – cinco hombres y dos mujeres – murieron ayer en el naufragio de una patera en el Cabo de Trafalgar (Barbate, Cádiz). En la embarcación viajaban más de treinta marroquíes, diez de los cuales fueron localizados y detenidos por agentes de la Guardia Civil.

Una patrullera del instituto armado avistó sobre las seis de la mañana la barcaza de madera, destrozada tras chocar contra unas rocas. Poco después, el dispositivo de búsqueda encontró en la playa de La Aceitera los cadáveres de dos hombres y dos mujeres, y horas más tarde los de otros tres varones en la playa de Los Caños de Meca.

A lo largo de la jornada, los agentes localizaron en distintos puntos de la zona a diez supervivientes del naufragio, entre ellos cuatro menores, dos niños y dos niñas. Uno de los adultos tuvo que ser trasladado al hospital de la localidad gaditana de Puerto Real, donde se restablece de una fractura de costillas.

70 fallecidos este año

El dispositivo de búsqueda continuó en marcha hasta el anochecer. En él participaron dos embarcaciones de la Guardia Civil y una de Salvamento Marítimo, y por tierra ocho patrullas rurales del instituto armado, todos ellos ayudados por un helicóptero que sobrevoló la zona en busca de más desaparecidos.

Al menos 3.332 inmigrantes han llegado en pateras y cayucos a las costas de Andalucía, Canarias, Murcia y Baleares desde el mes de enero, según datos de las subdelegaciones del Gobierno. Desde principios de año se ha registrado la muerte de 70 ‘sin papeles’ en su intento de llegar a las costas españolas, incluidos los siete fallecidos ayer. Canarias es el principal destino y ha recibido 1.463 adultos y 136 menores en el primer semestre.