"El reparto de inmigrantes no funciona; para que el nivel de un colegio aumente se necesita diversidad"
Diario de Noticias, , 26-06-2009pamplona. El catedrático de Sociología Ramón Flecha visitó recientemente Pamplona para participar en lasJornadas Familia y colegio, aprendemos junto s. Este bilbaíno afirmó que “si se les da poder de decisión, las familias se implican en la vida del centro”.
¿Las familias con conscientes de la importancia que juegan en la educación de sus hijos?
La idea que predomina al sur de los Pirineos es que las familias no están motivadas, que no se dan cuenta de la importancia de su participación, pero el enfoque que tiene la comunidad científica internacional no es ése. Ésta parte de un punto de vista científico, y es que mientras que en los hospitales se aplica a cada enfermedad el tratamiento que se está investigando, en Educación nos basamos en ocurrencias en vez de en evidencias. La UE quiere asegurar que en todos los colegios se aplican actuaciones de éxito. Y las familias están interesadas porque en los 110 centros en los que se han expuesto estas prácticas no ha habido ni una que se haya negado. El problema es que una de esas actuaciones de éxito es la participación y en España no hay poder de decisión sobre lo que estudian sus hijos. Las familias no quieren participar para que decidan otros, pero si les das poder de decisión, se implican porque ven que su esfuerzo repercute en el éxito de sus hijos. En algunos casos las familias incluso entran dentro del aula.
Y el profesorado, ¿cómo recibe la entrada de las familias en su casa? Siempre ha habido cierto pique…
La resistencia a aplicar las actuaciones de éxito suele venir del profesorado. Pero es lógico porque no han recibido formación específica. Aún no saben que si abren sus aulas va a mejorar la educación. Al principio son reticentes, pero cuando alguien se anima y ven que funciona se apuntan. El profesorado está cansado porque se han dicho tantas cosas… pero ninguna basada en evidencias.
¿Cuándo comenzó todo esto de las comunidades de aprendizaje y en qué evidencias científicas se basan?
La UE tiene un programa de investigación con muchísimos recursos y lo que hacen es fijarse en los centros educativos que tienen éxito. Ven qué se hace y que todos hacen lo mismo. Esto son la actuaciones de éxito y lo que se hace es aplicarlas al resto de centros. En concreto, las comunidades de aprendizaje comenzaron en una escuela de Barcelona y se extendieron al resto de CCAA. Se necesitó ver el éxito que había tenido en una para que los demás centros se lo creyeran. Las actuaciones de éxito, como los tratamientos médicos, sirven en los contextos.
Con padre y madre trabajando fuera y las escasas ayudas a la conciliación los niños pasan mucho tiempo solos, ¿cómo convencerles de que destinen su tiempo a este proyecto?
Los colegios se están convirtiendo en virtuales por lo que las familias pueden participar a cualquier hora del día cualquier día de la semana. La comunidad de aprendizaje más famosa del mundo está en una zona pobre y rural de Teruel. Las familias participan desde casa por Internet. Las posibilidades de participación son enormes, cruzan todas las limitaciones horarias. Es una cuestión de voluntad. Si las escuelas y los profesores se abren, las familias participarán. No es un problema de motivación sino que hemos heredado unas aulas del pasado que no sirven para la participación. La participación guarda una correlación directa con la transformación del centro.
¿Cuáles son las principales preocupaciones de las familias?
Les motivan son dos cosas: que su hijo o hija aprenda y que le traten bien.
Llevan ya unos años de experiencia, ¿se ven mejoras en los resultados?
Sí. En Cataluña, donde funcionan desde 2001, ya tenemos resultados y el incremento del éxito es tremendo. Por ejemplo, un colegio ha pasado de que un 17% apruebe las competencias básicas a que lo haga un 85%. Pero el éxito es común a todos los centros. Es lógico, cuando un profesor se encuentra con escolares con diferentes niveles, culturas… no saben qué hacer pero si entran familias, otra voces, se les organizan en grupos, interactivos, ampliamos el horario de los centros (abren sábados, julio…), las cosas mejoran.
¿También ayuda a reducir las situaciones conflictivas?
Sí, las mejoras van de la mano. Sobre esto también hay muchas investigaciones científicas. A veces los planes de convivencia van por un lado y los problemas por otro. Una de las cosas que nos dicen es que la sociedad oficial no llegamos a saber cuáles son los problemas reales de los escolares. Los problemas que salen en los chats y en los blogs no tienen nada que ver con los que se hablan en las tertulias. Por ello hay que trabajar el modelo dialógico de convivencia: dar mayor protagonismo a los niños en la elaboración de las normas de convivencia. Ellos saben qué pasa y cómo resolverlo, nosotros no. La mayoría de los problemas de convivencia no surgen en el aula sino en el chat.
Otro de los retos que debe abordar la educación es la interculturalidad.
Éste es otro tema muy mal enfocado. Si se hace bien para aumentar el nivel necesitas diversidad. En la escuela que he comentado que pasó de un 17% a un 85% al mismo tiempo la inmigración creció de un 12% a un 46%. Cuando más inmigración el nivel subió. Pensaban que el inglés empeoraba por los árabes, pero al crear la comunidad de aprendizaje se dieron cuenta de que las familias árabes sabían más francés e inglés que las catalanas. Les introdujeron voluntarios y mejoró el nivel.
En Navarra se habla mucho de reparto de la inmigración para que no se concentren en los centros públicos…
Esto ocurría en EEUU en los años 60 y en los 70 se desterró. El reparto no ha solucionado ni mejorado la convivencia y los resultados. Hay que preguntar a la gente que lo propone de dónde sacan ya que en ningún lugar ha dado resultado. Ninguna investigación de la comunidad científica lo avala. Por ejemplo, el modelo Vic, del que se siguen dando cursos, ya en 1993 hubo autores que dijeron que acabaría provocando racismo. Y ya tenemos en Cataluña una candidatura fascista, que ha tenido por primera vez votos en las municipales. ¿Dónde nació? En Vic. Hay que convertir la diversidad, como dice Harvard, en un valor, pero para eso debemos transformar las escuelas. Si hoy en día baja el nivel no es por la inmigración sino porque los centros no son adecuados. En las comunidades de aprendizaje está comprobado que si la inmigración crece aumenta el nivel. Todas las empresas del futuro serán plurales en religión, cultura, opciones sexuales, tipo de familia… Es imposible formar a las personas si desde el parvulario no viven la misma pluralidad que van a tener en el futuro.
Por último, pese al aumento del fracaso escolar, conflictividad… usted es optimista. ¿Se avanza más rápido viendo la botella medio llena?
Nunca se da un paso adelante viéndola medio vacía. Pero hay razones objetivas para decir que en 10 años va a cambiar la educación en España mucho más de lo que lo ha hecho en 200. Empieza a haber evaluaciones de resultados, se va a ver qué centros y qué actuaciones generan éxitos y las familias van a pedir que se apliquen en los suyos. Eso va a transformar los colegios y la educación.
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