Obama y congresistas inician debate migratorio

Tras más de una hora de reunión con legisladores de ambos partidos, miembros del gabinete de Obama y congresistas admiten que aún no hay votos para aprobar reforma.

La Prensa Gráfica, Julio Marenco, 25-06-2009

El presidente Barack Obama dedicó una hora de su tiempo para discutir con una veintena de legisladores las ideas que debería contener un proyecto de reforma migratoria. Fue una reunión postergada en dos ocasiones y de la que no salió un calendario de trabajo específico. En lugar de ello, Obama anunció que la secretaria de Seguridad Interna, Janet Napolitano, será la encargada de articular un proyecto de ley en conjunto con legisladores de ambos partidos.

En la reunión participaron congresistas que han trabajado por años en el tema, tanto a favor como en contra de la idea de legalizar a los cerca de 12 millones de indocumentados que viven en EUA. Obama admitió de entrada que “no hay de ninguna manera un consenso en la mesa”, pero alabó el hecho de que hay “un grupo responsable de líderes que quieren trabajar en esto y no dejarlo para dentro de un año, dos, tres o cuatro, sino ahora mismo”.

El presidente reconoció especialmente a su ex rival por la presidencia el senador John McCain y al también republicano Lindsey Graham por “absorber un alto costo político” por su trabajo en pro de los inmigrantes. En ese sentido, McCain dijo al final de la reunión que, a su juicio, el proyecto de reforma debe contener un programa de trabajadores temporales como medida para asegurar una migración ordenada en el futuro. Obama no ha mencionado ese programa entre los componentes de su proyecto de ley, especialmente porque sus asesores consideran que sería difícil venderlo en momentos en que el desempleo en EUA roza el 10%, un nivel no visto en casi 35 años.

A falta de una reforma integral, Obama recordó que su administración ha tomado ya medidas administrativas para aliviar algunos de los mayores problemas del sistema migratorio actual, como los tiempos de espera en los procesos de residencia y ciudadanía.
Moderación

Así, a la salida de la reunión algunos legisladores mostraron optimismo moderado, uno de ellos el republicano Lincoln Díaz Balart, quien dijo: “La reunión fue mejor de lo que esperaba, creo que es posible pasar este proyecto”, pero dejó a Obama la responsabilidad de imprimirle al proyecto la velocidad que le ha impuesto a otros paquetes legales.

El senador demócrata Chuck Schumer, el presidente del subcomité de inmigración, dijo que la reunión equivalía a una “transfusión de sangre” de parte de la administración, pero admitió que ambos lados del Congreso tendrán que ceder a la hora de conformar el proyecto: “Es un proyecto que si no se aprueba en esta sesión, probablemente nuestra generación no la vea nunca”.

Sin embargo, unas horas antes de la reunión, el jefe del gabinete de Obama, Rahm Emanuel, decía: “El hecho mismo de que tengas que convocar a una reunión como esa quiere decir que no hay de momento los votos para aprobarla (la reforma)”. Emanuel, quien sirvió por años como legislador en el Congreso dijo: “No es imposible aprobar la reforma, pero más importante que eso es comenzar el debate en serio este mismo año”. El funcionario, quien se encarga de impulsar a todos los niveles del gobierno las iniciativas prioritarias de Obama, dijo que con batallas pendientes como la reforma de salud, la ley de energías limpias y la renovación del sistema financiero, la Casa Blanca tiene claro que abrir otro frente es, por ahora, no aconsejable.

El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, dijo el miércoles que se tienen los “votos para pasar la reforma, lo que falta es tiempo”, en referencia a las otras iniciativas de ley pendientes de aprobación.

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