La consejera de Bienestar Social, Juventud y Vivienda, Inés Rojas, reivindicó ayer una reforma de la Ley de Extranjería que incluya a los menores inmigrantes .

En una pregunta parlamentaria, Rojas dijo que no buscaban el aplauso por su política con menores inmigrantes , sino que sus actuaciones respondían al “compromiso y responsabilidad con los niños de África”.

Rojas dijo que era necesario que la reforma de la Ley de Extranjería contemplara la situación de los menores inmigrantes que alcanzan los 18 años, ya que a partir de esa edad, la Delegación del Gobierno “no tramita la renovación” de sus papeles “ni tampoco la repatriación”.

Aunque el Gobierno de Canarias dispone de “pisos tutelados” para facilitar “esa transición”, Rojas destacó que estos recursos son limitados y que no pueden ser eternos.

La consejera destacó que cuando llegan los menores, Canarias debe facilitar toda la documentación que portan a la Delegación del Gobierno para que pongan en marcha la reagrupación familiar.

Cuando pasan aquí nueve meses, si han traído su pasaporte obtienen el permiso de residencia, pero si no lo tienen (que es lo más habitual) se tramita “la célula de inscripción” para que puedan obtener el permiso de residencia, que es válido sólo hasta los 18 años, explicó.

Por otro lado, el diputado parlamentario socialista Manuel Marcos Pérez criticó que la política del Gobierno en materia de inmigración estaba entrando en una senda “peligrosamente xenófoba”.

Pérez criticó que el presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, vea la inmigración como “mano de obra poco cualificada”.

Rivero, por su parte, dijo que la política del Gobierno de Canarias con la emigración era “ejemplar”, según la Comisión Europea y el Gobierno de España.