BARCELONA – El balance de la macroredada contra la mafia china que vivió Mataró el pasado martes – en la que fueron detenidas 77 personas (todas ya en libertad con cargos) y se movilizaron más de 700 efectivos de los Mossos – ha dejado al descubierto unas prácticas laborales más que cuestionables.
En primer lugar abre la puerta al debate para evaluar qué medidas se deben tomar con los 450 trabajadores de origen chino «liberados» tras la redada policial. Inmigrantes que han visto como su «modus operandi» de vida ha cambiado drásticamente. Tras la actuación policial y los titulares de Prensa, las calles de Mataró acumulan trabajadores que se agrupan en plazas para tratar de evaluar su situación, ya que muchos de ellos dormían y vivían en los talleres en los que trabajaban.
Por otro lado, la ciudadanía comienza a cuestionarse en qué situación laboral se encuentra este sector de la población, viviendo en situaciones de práctica esclavitud, trabajando más de 12 horas al día en locales hacinados y con acumulación de colchones.
Las declaraciones del presidente de la Unión de Asociaciones Chinas, Lam Chen Ping, ya han levantado ampollas en el sector político y empresarial. Chen Ping afirmó en una concentración de apoyo a los detenidos que los afectados «no estaban obligados a trabajar» y que «si querían ganar más dienro y querían trabajar veinte horas, están en su derecho».
«Esta afirmación no se puede formular. Hay una serie de leyes y ordenanzas que regulan el trabajo y se deben cumplir», advierte el presidente de la Federación de Empresarios de Badalona, Joaquim Padrós, un municipio que ya cuenta en su expediente con detenciones contra la mafia ilegal china.
«Toda ilegalidad crea competencia que se ha de evitar, juegan con ventaja y no se puede permitir», afrima Padrós, pero remarca que existe un empresariado chino que sí «juega limpio», por lo que se corre el peligro de crear «mala imagen» en todo el sector.
En la misma línea se mueve el concejal del PP en Badalona, Xavier Martínez Albiol. «Enunciar esta frase es una aberración. Todas las personas tienen derechos laborales y deben descansar», declara. Badalona registró el pasado mes de marzo diversas redadas – que se efectuaron simultaneamente en Hospitalet y Santa Coloma – contra talleres ilegales. «El principal problema es la desestructuración de la convivencia, en la zona de la Salut, aunque procuran pasar desapercibidos, sí que se han registrado alborotos y peleas entre ellos a altas horas de la madrugada».
En Santa Coloma de Gramenet ha llegado la calma tras las detenciones. El presidente de la Federación Asociación de Vecinos de Santa Coloma, Pedro Rodulfo, admite que, tras las detenciones, no se ha detectado ningún caso más. «El problema radica en que son clandestinos y cuesta mucho localizarlos, alguna vez que otra ves que sacan ropa de locales pero quién sabe si es ilegal o no, además de que no es nuestra labor tocar puerta a puerta», dice.
Fuertes en el comercio
Rodulfo indica, no obstante, que «es palpable en toda Santa Coloma» el crecimiento en el pequeño comercio que la población china está sufriendo. «Local que se queda libre, local que adquieren», dice. «No somos quién para cuestionar sus condiciones laborales, pero sí que es cierto que abren los 365 días al año y cada día ves a la misma persona detrás del mostrador», comenta.
Una situación que también se vive en Badalona. «Los locales tradicionales que van cerrando los adquieren los chinos y hay que averiguar en qué términos trabajan», advierte García Albiol. «Desde el PP denunciamos de forma habitual esta situación», cuenta.