En relación a los datos de la Fiscalía de Extranjería de Málaga que se han dado a conocer, debemos hacer las siguientes puntualizaciones:

Estos datos precisan de un análisis criminológico que sin hacerlo, conllevan a los ciudadanos a confundir los términos e identificar inmigración con inseguridad, delito, cosa que nos parece muy preocupante.

Según estos datos, existe un porcentaje muy alto de incidencia de los extranjeros en el número de detenciones generales. No obstante, tenemos que precisar que este dato no refleja en ningún momento el número de delitos cometidos por los extranjeros, ya que la mayoría de los 9.641 casos no han sido detenidos por la comisión de un delito, sino por ser sospechosos de haberlo hecho o por la comisión de una falta, y sobre todo, la mayoría de ellos por no disponer de documentación de residencia o estancia legal en España. Esta última es una infracción administrativa y no es un delito. No obstante, el inmigrante que se encuentra sin papeles se lleva detenido y se contabiliza en el cómputo general sin haber cometido ningún delito.

Además de ello, los extranjeros pertenecen a un colectivo claramente percibido, y que se encuentra más vigilado porque ocupa el último escalón de la escala social y económica, por lo que tienen más posibilidades de ser detenidos.

Los números también se olvidan de que en la inmigración se da una sobrerrepresentación de la población joven, sector que presenta niveles delictivos más altos.

Por todo ello, y para el vigor informativo solicitamos que se tomen en consideración estas puntualizaciones. Ya que el no hacerlo contribuye a reforzar la falsa y extendida creencia de que la inmigración es sinónimo de delincuencia y, por tanto, da como resultado la tendencia de ver a cualquier persona inmigrante como un potencial peligro.