Gobierno francés proclive a investigar uso del velo integral de musulmanas
Prensa Libre, 20-06-2009
PARIS (AFP) –
El gobierno francés se pronunció el viernes a favor de una investigación solicitada por unos sesenta diputados de izquierda y de derecha, que denuncian el uso del velo integral de las musulmanas (burka), en una nueva polémica sobre un tema particularmente sensible en Francia.
“Si resulta después de esta investigación que el uso del burka es algo impuesto, es decir contrario a los principios republicanos, naturalmente que el Parlamento sacará todas las consecuencias”, afirmó el portavoz del gobierno Luc Chatel en la televisión France 2. “¿Por qué no?” una ley agregó.
Después de que a comienzos de junio el presidente Barack Obama llamara a los países occidentales a no intervenir en la práctica religiosa de los musulmanes, declaraciones que fueron aprobadas por su homólogo francés Nicolas Sarkozy, el controvertido tema del velo de las mujeres musulmanas se había puesto una vez más de actualidad en Francia.
Este debate cobró fuerza hace dos días, cuando unos sesenta diputados, tanto de izquierda como de derecha, pidieron la creación de una comisión parlamentaria al respecto.
“Hoy, en los barrios estamos confrontados al uso por parte de ciertas mujeres musulmanas del burka, que vela y esconde integralmente el cuerpo y la cabeza en verdaderas prisiones ambulantes”, escribió el diputado comunista André Gerin, uno de los promotores de la iniciativa.
La secretaria de Estado para los Asuntos urbanos, Fadela Amara, de origen argelino se manifestó por “la prohibición total del burka” que calificó de “féretro que mata las libertades fundamentales”.
Con una posición más matizada se expresó la líder del Partido Socialista Martine Aubry, declarándose contraria al burka, pero advirtiendo contra las soluciones “simplistas” y manifestando el deseo que se trabaje “por la inserción” de estas personas en la sociedad francesa.
De su lado, representantes del culto musulmán en Francia manifestaron sus reservas al respecto, e incluso se declararon “contrariados” por el proyecto.
El presidente del Consejo francés del culto musulmán, principal organización musulmana de Francia, Mohamed Musaui, estimó que “tratar el tema a través de una comisión parlamentaria equivale a estigmatizar el islam y los musulmanes de Francia”.
El tema religioso y en particular lo referido al islam en un país como Francia, donde esta religión es la segunda por el número de sus adeptos, es particularmente delicado.
A principio de los años 2000, la presencia en las escuelas públicas de muchachas llevando el pañuelo musulmán (hidyab) y la expulsión de algunas de ellas, había generado un airado debate que superó las posturas políticas.
Para algunos, la prohibición del pañuelo era una defensa de la escuela republicana y laica y un medio de lucha contra el islamismo.
Para otros en cambio, se trataba ni más ni menos de una violación de la libertad de religión, e incluso un signo de islamofobia o de racismo.
En 2003, una comisión de reflexión organizada por el entonces presidente Jacques Chirac estimó que el hecho de llevar signos religiosos ostetantorios estaba en contradicción con las reglas laicas del sistema escolar francés.
El informe de la comisión culminó en una ley votada en febrero de 2004, la que prohibe en las escuelas los signos “ostentatorios” con “la intención de manifestar no la pertenencia a una religión sino una voluntad política”.
El hiyab musulmán, el solideo judío (kippa) el turbante de Sijs o las grandes cruces cristianas, quedaron así proscritos en las escuelas francesas.
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