INFORMAR de que hoy es el Día Mundial de los Refugiados no es para celebrar, sino para decir en voz alta que el derecho de asilo y refugio se encuentra hoy en una grave crisis, principalmente de reconocimiento por parte de las naciones del norte.

Por su parte, la crisis del derecho de asilo se agrava mucho más en la Unión Europea, ya que los países europeos están limitando el asilo – refugio con la excusa de combatir la inmigración irregular, impidiendo que personas que huyen legítimamente de la represión, los conflictos y las amenazas puedan tener su protección en Europa, Estados Unidos o Japón.

Pero por si fuera poco, hay que decir que a la UE llega muy poca gente en régimen de asilo y refugio en comparación con la que se traslada a los países empobrecidos, debido a que en la mayoría de los casos conseguir asilo o refugio en los llamados países ricos es una carrera de obstáculos. Con la crisis económica, los gobiernos de Europa consideran aún más insoportable la carga que suponen los solicitantes de asilo, y eso que a la UE sólo llega el 9% de las personas exiliadas. Hoy son 14 millones de refugiados y 24,5 millones de refugiados internos (desplazados), de los cuales la mayoría se refugia en Sudán – Congo, Colombia, Irak – Afganistán, Palestina y la RASD.

En el Estado español, las cifras de solicitantes de asilo han descendido, no porque hayan mejorado las causas que provocan el exilio, sino que las medidas aplicadas por el Gobierno español son implacables restricciones, lo que se refleja también en el descenso de las solicitudes admitidas. En 2007, aprobaron un 5,03% y en 2008 un 3,14% del total de peticiones. Pero va ser mucho más difícil en este año 2009, ya que el pasado diciembre, el Consejo de Ministros aprobó a escondidas la ley reguladora del derecho de Asilo y protección subsidiaria, que en su contenido contempla: No poder solicitar el asilo por vía diplomática en las embajadas de España; desaparece el papel del Acnur en el procedimiento de asilo en frontera; discrimina las solicitudes de asilo introduciendo aquello de terceros países seguros y el de países de tránsito seguro; no reconoce el derecho de asilo a las personas de la comunidad europea y establece, en todo caso, el plazo de un mes desde la entrada al estado español o desde que se produzcan los acontecimientos para pedir la protección internacional, desconociendo la tragedia personal y colectiva del solicitante.

Mario H. Calixto es presidente del colectivo de refugiados colombianos Bachué