Empresarios en libertad
El Gobierno dará papeles al inmigrante que perdió el brazo
Cierre de la panificadora en la que se produjo el accidente en Gandia
La Vanguardia, , 12-06-2009SALVADOR ENGUIX / SERGIO HEREDIA – Valencia / Madrid
Franns Rilles, que llevaba dos años trabajando sin contrato y sin papeles, que cobraba 700 euros mensuales por un trabajo de doce horas diarias, que no tenía vacaciones, que perdió el brazo izquierdo en una máquina de amasar pan y que se vio abandonado por sus jefes a las puertas de un hospital de Gandia, podría ver como ahora se regulariza su situación. Consuelo Rumí, secretaria de Estado de Inmigración, desveló que el caso puede encajar en los supuestos de regularización por causas humanitarias.
“La ley contempla situaciones donde se puede estudiar la posibilidad de la documentación en función de razones humanitarias”, dijo Rumí, en Alicante, durante una jornada técnica sobre la reforma de la ley de Extranjería. “Si el perjudicado lo solicita, se estudiará la regularización – dijo Rumí-:es evidente que se trata de uno de los casos que pueden acogerse a él”.
Las administraciones han expresado su repulsa ante el caso. Rumí pedirá al Observatorio del Racismo y la Xenofobia un análisis para determinar las medidas en contra del empresario. Celestino Corbacho, ministro de Trabajo, dijo que “todo el peso de la ley caerá contra el dueño de la panificadora”. Comisiones Obreras pedirá una tarjeta de residencia temporal por circunstancias excepcionales.
La Generalitat valenciana ordenó la “paralización” de la actividad de la panificadora de Gandia (Valencia), cuyo responsable abandonó presuntamente a su suerte el pasado 28 de mayo a Rilles, malherido tras la amputación de su brazo. El conseller de Economía y Hacienda del Ejecutivo autonómico, Gerardo Camps, informó de que “las cuestiones técnicas de la panificadora eran muy deficientes” y añadió que “son estas cuestiones, principalmente las eléctricas, las que probablemente estén tras el grave accidente que sufrió el trabajador”.
Paralelamente, la fiscalía de Siniestralidad Laboral de Valencia ha solicitado informes de la Guardia Civil y de Inspección de Trabajo para conocer qué le sucedió a Rilles, de 33 años. Según varias fuentes – la víctima, el afectado y los servicios sanitarios-,perdió el brazo cuando intentaba recuperar un papel en la máquina de amasar de la panificadora Hermanos Rovira.
Juan Rovira, responsable de la fábrica, ordenó a su hijo que trasladara al sin papeles a un centro sanitario, mientras lanzaba el brazo amputado a un contenedor de basura. Rilles no entró en el hospital Francesc de Borja de Gandia: fue abandonado a más de 50 metros. Un transeúnte vio al hombre desangrarse en la calle y lo ayudó a ingresar en un centro que ordenó su rápido traslado a la clínica Virgen del Consuelo de Valencia. El objetivo de los facultativos era reimplantarle el brazo, que la Guardia Civil no pudo encontrar en la propia empresa.
EL DATO
Empresarios en libertad
La Guardia Civil ya detuvo la semana pasada a los dos jefes del joven, hermanos propietarios del horno, por un delito contra los derechos de los trabajadores, ya que, supuestamente, tenían trabajando a su cargo a personas sin ningún tipo de contrato. Ahora la Guardia Civil investiga la denuncia del accidente por si los hechos suponen otro tipo de delito.
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