El jefe de un 'sin papeles' tira su brazo a la basura
El Mundo, , 11-06-2009El boliviano perdió su extremidad durante un accidente laboral Valencia
En los últimos años, la cara b del mercado laboral ha acumulado un sinfín de experiencias traumáticas de trabajadores sin papeles que evidenciaban, con peligrosa frecuencia, la enorme desprotección de los inmigrantes . Sin embargo, hasta la fecha no había habido ninguna historia con tanta crudeza como la vivida por el boliviano Franns Rilles, de 33 años, en situación irregular en Gandía (Valencia) desde 2007.
Hace 12 días, el joven se seccionó el brazo con una máquina panificadora en la empresa para la que trabajaba y su jefe arrojó la extremidad al cubo de la basura. Para rematarlo, le abandonó a su suerte a 200 metros del hospital por miedo a ser denunciado.
El patrón no dio opción a un posible reimplante del brazo. Así premió jornadas maratonianas de 12 horas diarias pagadas con dinero negro, un sueldo irrisorio, que apenas sobrepasaba los 700 euros. Nunca se planteó darle de alta en la Seguridad Social. Cinco días después del accidente, la Guardia Civil detuvo a los propietarios de la panificadora y, tras tomarles declaración, les dejó en libertad con cargos.
Debido a que su jefe nunca le hizo contrato, el percance que ha sufrido Rilles no puede considerarse un accidente laboral. Por ello, el sindicato CCOO ya ha anunciado que se personará contra los propietarios de la panadería industrial por un delito contra el derecho de los trabajadores y otro de omisión de ayuda. Además, pondrá a disposición de la víctima los servicios de su gabinete jurídico de forma gratuita.
Los hechos se produjeron el pasado 28 de mayo en la panificadora industrial de Gandía. En el momento del accidente, el joven se encontraba amasando 40 kilos de harina. Era su rutina diaria. Controlaba el mecanismo, pero ese día un imprevisto dio al traste con todo. Una bolsa se le resbaló de las manos con tan mala suerte que el brazo izquierdo quedó enganchado en la máquina. Se lo arrancó de cuajo.
Tras el incidente, su jefe le subió al vehículo y puso rumbo al hospital San Francisco de Borja de Gandía, aunque unos 200 metros antes de llegar, le obligó a bajar y lo abandonó en plena calle. Franns Rilles sangraba abundantemente. Un viandante fue el que ayudó al joven a llegar al servicio de urgencias del hospital, y, una vez allí, los médicos se pusieron en contacto con el cirujano Pedro Cavadas y su equipo para ver si le podían reimplantar el brazo. Fue imposible porque su extremidad estaba en un contenedor.
La Guardia Civil del cuartel de Oliva, alertada del suceso por los médicos del hospital, acudió a la fábrica para recuperar el brazo seccionado. Lo encontraron en la basura. Después de ser atendido en el hospital de Gandía, el trabajador fue trasladado al Virgen del Consuelo de Valencia. Allí ingresó en la Unidad de Vigilancia Intensiva (UVI) del centro, donde todavía permanece ingresado, aunque su estado no reviste gravedad.
Tras levantar el atestado pertinente, la Guardia Civil dio parte de los hechos al juzgado, aunque por el momento no se ha abierto ninguna causa, según confirmaron fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana.
Por último, CCOO denunció que otros trabajadores de la misma panificadora tampoco tienen contrato y están en la misma situación que la víctima.
Por su parte, los responsables de la empresa en la que trabajaba Franns reconocieron que el joven no tenía contrato, pero sostuvieron que sí le prestaron la ayuda necesaria cuando sufrió el accidente, según informa Efe.
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