pamplona. Pese a vivir en Navarra, trabajar en ella, pagar sus impuestos y sufrir sus problemas, cerca de 50.000 residentes en la Comunidad Foral no podrán formar parte de su sistema democrático. El próximo domingo no podrán votar. En total, en el conjunto de la Unión Europea serán 18 millones las personas que no tendrán opción de escoger a los diputados encargados de debatir en el Parlamento Europeo asuntos relativos al medio ambiente, a la politica agraria o, sin ir más lejos, a la inmigración. La plataforma Papeles y Derechos Denontzat exigió ayer plenos derechos para este colectivo y denunció el “giro xenófobo” que se ha dado en la Unión Europea.

La exclusión no se limita a las citas electorales. Javier Urroz, miembro de la plataforma, también puso de relieve que los últimos años la UE ha sufrifo “un retroceso sin precedentes en el respeto y garantía de los derechos humanos” . Iñaki Redín, también de Derechos Denontzat, agregó que se ha instaurado un modelo “excluyente que recorta cada vez más los derechos de las personas inmigrantes”.

Ejemplo de esta evolución, Urroz destacó los “contínuos” ataques racistas que se cometen en la UE, ante la “pasividad” de las autoridades, que los consideran “aislados”. Todo ello, en una Europa que reconoce a la población inmigrante “únicamente como mano de obra”.

más crisis, más xenofobia Urroz relacionó la crisis económica con la crisis global económica y de valores, en el que “el racismo sirve para instrumentalizar los miedos colectivos de toda la sociedad ante la crisis”.