SAN FRANCISCO (EFE). Las tropas que patrullan la frontera entre Estados Unidos y México cuentan ahora con una inesperada ayuda: miles de estadounidenses anónimos que vigilan la zona con cámaras conectadas a internet, a la caza de traficantes o inmigrantes ilegales.

BlueServo.net, un servicio lanzado en noviembre y que ha recibido gran atención de los medios de EU en las últimas semanas, permite a cualquiera convertirse en agente de inmigración y controlar su pedazo de los 3 mil 140 kilómetros de frontera estadounidense con el vecino del sur.

Puesto en marcha gracias a una iniciativa de Coalición de Sheriffs de la Frontera de Texas y con 2 millones de dólares de inversión del estado texano, BlueServo.net ha instalado 11 cámaras a lo largo de la zona fronteriza. Se trata de regiones no patrulladas ni separadas de México por el muro levantado por la administración del ex presidente George W. Bush, aunque por razones de seguridad no se ha especificado su ubicación.

Desde la comodidad del hogar, los usuarios de BlueServo.net más de 43 mil registrados dedican hasta varias horas al día a vigilar las pantallas con imágenes del desierto texano.

Para registrarse basta con proveer una dirección de correo electrónico y contestar unas cuantas preguntas sencillas. Ni siquiera es necesario residir en EU. En caso de advertir cualquier actividad sospechosa vehículos estacionados durante demasiado tiempo o figuras de lo que podrían ser personas cruzando un río, los usuarios pueden contactar por teléfono o correo electrónico con la Coalición de Sheriffs de la Frontera de Texas, que decidirá si es necesario intervenir.

Avise si observa durante el día grupos de cuatro o cinco hombres jóvenes en barco. Por la noche, alerte si ve actividad de vehículos, barcos o coches, recomienda la web a los usuarios interesados en vigilar la cámara número 11. Las organizaciones humanitarias y algunos políticos del Partido Demócrata han puesto el grito en el cielo por este servicio que, afirman, da alas a los grupos extremistas.

Enrique Morones, de Border Angels, cree que BlueServo no debería ser responsabilidad de civiles. El control de la frontera tiene que estar en manos de profesionales entrenados, dijo. Este tipo de programas, subrayó, exaltan el racismo y ponen en peligro la vida de los inmigrantes en la frontera.

La falta de preparación o los prejuicios personales pueden dar lugar a falsas alarmas. Un tipo vigilando una cámara de BlueServo desde su casa puede pensar que la persona que ve en imagen lleva un arma, cuando sólo se trata de un teléfono móvil, por ejemplo.

Rotativos en Texas han criticado la falta de efectividad del programa y, aunque Don Reay, director ejecutivo de la Coalición de Sheriffs, aseguró que éste ha contribuido a reducir el crimen, reconoció que desde noviembre, sólo cuatro arrestos se han derivado de pistas proporcionadas por usuarios de BlueServo.net.

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