Los musulmanes se sienten discriminados en Europa

Según la UE, los afectados se resisten a denunciar los ataques

La Vanguardia, , 29-05-2009

SERGIO HEREDIA – Madrid

España es quinta en episodios de discriminación de la UE, en una lista que lideran Malta e Italia
Les cuesta horrores superar una entrevista de trabajo: les condena su condición étnica. También se les complica la vida cuando buscan un piso. Algunos médicos les dan la espalda en las consultas. Los pequeños tienen problemas en los colegios; los jóvenes, en los bares; algunas familias, en los restaurantes. Episodios similares pueden repetirse en Madrid, en Roma, en Sofía, en Berlín o en La Valeta. En general, en cualquier ciudad europea. Así se sienten los musulmanes que viven en la Unión Europea, un colectivo de número incierto. “En Europa, habrá entre 13 y 20 millones de musulmanes: las cifras bailan porque no todos están documentados”, dice Ioannis Dimitrakopoulos, responsable del área de Igualdad y Derechos de la Ciudadanos de la UE.

La situación se ha complicado en la última década. Pesan demasiado el 11-S, las guerras en Afganistán y en Iraq, los intensos procesos migratorios, las pateras y los cayucos: los musulmanes se sienten marginados en la UE. La encuesta del FRA (Agencia de los Derechos Fundamentales de la UE) concreta el estado de las cosas: uno de cada tres musulmanes ha sido víctima de algún tipo de discriminación en el último año. Y uno de cada diez ha sufrido alguna agresión racista. “Está floreciendo un nuevo racismo, porque se está colocando el foco sólo en los elementos más integristas del colectivo musulmán”, ha dicho Gema Martín Muñoz, directora de Casa Árabe,a este diario en las últimas semanas.

Abrumados y algo confundidos, los musulmanes se niegan a denunciar su situación: ocho de cada diez se resisten a pedir ayuda. Desconfían de los cuerpos policiales y de las organizaciones no gubernamentales e ignoran que hay leyes que velan por sus derechos. La situación es especialmente complicada en Malta (isla de paso de magrebíes y subsaharianos en ruta hacia el Viejo Continente) y en Italia (donde los colectivos formados por libios y tunecinos sufren el acoso del Gobierno Berlusconi), pero también en España – quinto país con más tasa de discriminación entre los 14 encuestados-,donde cuatro de cada diez musulmanes ha sufrido algún tipo de marginación en los últimos doce meses.

“Ni los acontecimientos de la última década ni la crisis económica nos ayudan en la integración de los colectivos musulmanes – ha dicho Consuelo Rumí, secretaria de Estado de Inmigración-.Para buena parte de la sociedad española, los musulmanes (hay cerca de un millón en España) siguen siendo los grandes desconocidos. Están presentes entre nosotros, pero lo hacen de forma oculta. Y eso crea desconfianza”.

En España, esa desconfianza es mutua. Mientras las comunidades de vecinos se oponen por sistema a la construcción de cualquier mezquita en su barrio, los musulmanes desconfían de la legislación española y de los cuerpos policiales. El 65% ignora que una ley les protege de cualquier episodio de discriminación laboral, y cuatro de cada diez dicen que la policía los ha abordado en la calle para identificarlos y para pedirles los papeles. “Insisten en que les paran por su color de piel”, dice Martín Muñoz.

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