La cruzada que inició el Ayuntamiento de Marbella el año pasado contra la piratería empieza a dar sus frutos. En el último año ha conseguido reducir en un 62% la venta de música, películas y videojuegos falsificados, un golpe al ‘top manta’ que lo ha hecho merecedor de la medalla de plata de la Federación para la Protección de la Propiedad Intelectual (FAP), colectivo sin ánimo de lucro que concede esta distinción a aquellos municipios o instituciones que destacan por su lucha contra la venta de productos audiovisuales falsificados.

La labor policial y la colaboración de los comerciantes ha sido esencial. Policía Local, Nacional y Guardia Civil llevan meses estrechando el cerco a los vendedores de productos falsificados, la mayoría inmigrantes subsaharianos y orientales, y a las redes organizadas que mueven los hilos. El resultado son 73.420 CDs y DVDs incautados desde enero de 2008 hasta la fecha. Todo un récord.

Las campañas de concienciación, como la iniciada el verano pasado por el Consistorio en colaboración con los comerciantes de la ciudad, también han ayudado en la lucha para erradicar la venta de falsificaciones. Los establecimientos que exhiben una pegatina contra la piratería en la entrada prohiben que los ‘manteros’ y ‘mochileros’, como se les conoce en el argot policial, comercien con estos productos en el interior de sus locales.

La colaboración de todas las partes implicadas ha provocado que el número de vendedores también se haya reducido. Según el presidente de la FAP, José Manuel Torné, hace un año había unos 80 inmigrantes que ofrecían música, cine y videojuegos en las calles marbellíes. Ahora, rondan la treintena. «Si tenemos en cuenta que en municipios vecinos como Benalmádena, Fuengirola o Torremolinos superan el centenar, se puede decir que Marbella es una isla en la Costa del Sol», apuntó.

Temporada alta

La ciudad es el primer municipio de Málaga que llegó a un acuerdo con la FAP para iniciar una campaña de concienciación contra la piratería intelectual en su término municipal, especialmente en los meses de verano, temporada alta para los vendedores de productos falsificados por la mayor afluencia de visitantes. «La piratería no sólo afecta a la imagen turística de Marbella, también a los pequeños y medianos comerciantes que ven cómo sus ventas disminuyen por esta actividad ilegal», subrayó la alcaldesa, Ángeles Muñoz.

Para Tourné, hay dos tipos de vendedores ambulantes en la Costa del Sol: los inmigrantes de origen subsahariano, mayoritariamente senegaleses, «que operan en grupos de siete u otro personas y que suelen trabajar por libre», y los de origen asiático. «Estos últimos suelen estar esclavizados por mafias que les obligan a vender los productos falsificados mientras viven en unas condiciones realmente infrahumanas», apuntó.

La Federación para la Protección de la Propiedad Intelectual cifra en unos 4.500 los cedés que diariamente se compran en Marbella, habitualmente en las playas y el paseo marítimo y en las terrazas de los restaurantes, los lugares de mayor afluencia de turistas. Lo que mejor se vende es música, películas, y videojuegos, por este orden. «Los videojuegos son más caros, se ven peor y la gente no se fía de comprarlos. Lo que no saben es que, además de ayudar a cometer un delito, en muchos casos el vendedor les da gato por liebre y la carátula no tiene nada que ver con el contenido», aseguró Tourné.

Ganancias

El año pasado la industria discográfica vendió 21 millones de discos en España, según datos facilitados por la FAP. El ‘top manta’, 27. Y eso sin contar con el daño a la propiedad intelectual que ha hecho la aparición de programas de intercambio de archivos a través de la Red que muchos internautas utilizan de forma indiscriminada para bajarse música, cine y todo tipo de archivos audiovisuales.

La lucha del Ayuntamiento de Marbella está dirigida contra todo tipo de productos falsificados, no sólo los que están protegidos por la propiedad intelectual. Así, en el último año, la Policía Local ha incautado 30.334 artículos piratas, entre ellos CDs, DVDs, ropa, bolsos, carteras, cinturones, gafas de sol, relojes y otros complementos de vestir que imitan los productos de las grandes firmas de lujo. En total, los agentes levantaron 337 actas en 2008.