En tiempos de crisis, el trabajo de las asociaciones de ayuda al inmigrante como el Consorcio de Entidades para la Acción Integral con Migrantes (CEPAIM), Rasinet o Murcia Acoge, se hace esencial. Son entidades que sin ningún ánimo de lucro luchan a diario para que los extranjeros se sientan como en su propia casa.

La coordinadora de Murcia Acoge en Cartagena, Ana María Caparrós, es una de las muchas cartageneras que dedica su vida a hacer que los residentes procedentes de fuera del país se sientan mejor. Cada año pasan por su asociación entre ocho y nueve mil extranjeros, y esa cifra aumentó durante el 2008.

En Murcia Acoge ofrecen al foráneo orientación, información y asesoramiento sobre la legislación en materia de extranjería, trámites para la documentación, e incluso ponen a su disposición un abogado.

Búsqueda de empleo

En esta asociación, una quincena de personas trabaja en tareas de voluntariado y personal de administración con el objetivo de poner a disposición de los extranjeros las herramientas para que se puedan valer por sí mismos a la hora de hacer trámites.

«Cuando vienen, muchos llegan perdidos y no saben qué hacer. Nosotros le ofrecemos una ayuda integral. Uno de los problemas fundamentales es que las subvenciones de la administración regional y local siempre llegan tarde. Tenemos que administrarlas muy bien si queremos seguir dando el servicio que damos», aseguró Caparrós.

A través del área de inserción laboral, estos voluntarios realizan itinerarios individualizados para aconsejar a los inmigrantes en qué sectores pueden encontrar un trabajo. Incluso tiene un servicio de acogida para proporcionarles un alojamiento.

Los servicios que ofrecen son muy amplios, desde clases de español para adultos y niños hasta los de informática o para mejorar la autoestima.

Ayuda a la inserción

Es muy importante la integración social: «Es uno de nuestros principales trabajos; queremos que todo el que llegue como mínimo se sienta a gusto entre nosotros», explicó la coordinadora de Murcia Acoge.