bILBAO Agentes del Cuerpo Nacional de Policía detuvieron en la madrugada de ayer en Bilbao a 12 personas de quienes se sospecha podrían estar relacionadas con la financiación del terrorismo islamista. Además, el líder de la banda fue también detenido en Tudela hasta donde se había desplazado días atrás.

Este grupo formado por ciudadanos argelinos afincados en el barrio de San Francisco posee un amplio historial delictivo. A ellos se les imputa la comisión de numerosos robos con fuerza en viviendas, coches y fábricas de la Comunidad Autónoma Vasca, Nafarroa, Cantabria y Alicante, además de falsificación de documentos, tráfico de drogas y contrabando.

Las detenciones se han enmarcado en la llamada Operación Frontón, dirigida por el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco.

En los registros, practicados de forma simultánea en varias viviendas de la capital vizcaina, los agentes intervinieron 7.500 euros en metálico, resguardos de envíos de dinero a Argelia, 14 teléfonos móviles y numerosas tarjetas SIM, un ordenador portátil, CDs y DVDs, un pendrive y numerosas piezas robadas de oro y plata. Además, se incautaron varios pasaportes robados, numerosas armas blancas, dos transmisores receptores, herramientas para cometer delitos y diversa documentación.

Según han confirmado a DEIA fuentes policiales, se tiene constancia de que, normalmente, las ganancias de estos actos delictivos se dividen en varias partes, una de las cuales se destinaría a financiar grupos de terrorismo internacional. Sin embargo, este aspecto es, precisamente, el más difícil de demostrar dada la dificultad de seguir la pista de los envíos una vez que han llegado a suelo argelino. No obstante, los investigadores están convencidos de que se trata de una “célula radical islamista”.

LÍDER DE LA BANDA Entre los detenidos se encuentra Abdallah Boukra, a quien la Policía considera el “líder de la banda organizada”, que fue detenido ayer en Tudela, donde se encontraba pasando unos días.

Al parecer, Abdallah, de 35 años, es una persona sumamente religiosa que ha sabido rodearse de numerosos jóvenes, elegidos personalmente por él por su implicación con el Islam. Se trata de alguien respetado y temido en la comunidad musulmana de Bilbao, entre la que, además, recauda fondos a través de donaciones para la mezquita Al Forkan de San Francisco.

Sus conexiones con el exterior le apuntan también como la persona encargada en Bizkaia de facilitar el desplazamiento y los posteriores contactos a cualquier persona que quiera participar en la yihad a nivel mundial. De hecho, la Policía ha emitido una orden detención internacional contra un compatriota argelino, residente en Italia, que visita continuamente Bilbao. Se sospecha que esta persona es la encargada de realizar diversos envíos de dinero vía Marsella.

En estos momentos, Abdallah se encontraba preparando un matrimonio de conveniencia que le permitiera adquirir de forma legal los papeles de residencia.

La investigación considera hechos probados que este grupo es responsable de numerosos robos con fuerza perpetrados en diferentes puntos de Euskadi. Así, se les imputa la comisión de asaltos al interior de viviendas de Galdakao, Markina, Aulesti, Mungia, Lasarte y Vitoria. Por el momento, se investiga su participación en otros tantos delitos cometidos en Cantabria y Nafarroa.

En cualquier caso, Abdallah ejerce en todos ellos como cerebro de los “golpes”. Es el líder y en torno a quien gira el grupo de delincuentes que ha reclutado: los que roban en las viviendas, los que se dedican a la compra-venta de oro, al tráfico de drogas y los que transportan las mercancías a Argelia para su distribución. Además, Abdallah también tiene tratos con delincuentes comunes de la zona de San Francisco a quienes blanquea oro. Las ganancias dinero en metálico, metales preciosos y otros objetos son enviadas periódicamente a Argelia, en donde se dividen en diferentes partes. Según han declarado los investigadores a DEIA, “una de ellas correspondería al correo humano que ha realizado el transporte; otra se destina a las familias de los miembros de la organización y, finalmente, la mayor parte se entrega a otra persona”, identificada como la encargada de dirigir los fondos hacia la financiación del terrorismo islámico.

teRRORISMO ISLAMISTA La Operación Frontón tiene sus orígenes en noviembre de 2008, cuando la Policía Nacional descubrió que, entre 2005 y 2007, había vivido en Bilbao un delincuente común de origen argelino que, según varias fuentes, podría haberse inmolado en alguna acción terrorista en suelo afgano o iraquí. A partir de ahí, comienzan las investigaciones sobre este joven, de nombre Ibrahim, y sobre la posibilidad de que existiese en Bilbao una persona que sirviera de enlace en el envío de personas para acciones terroristas suicidas. De esta manera, se descubre la existencia de Abdallah Boukra, a quien se le considera responsable del reclutamiento y captación de estos jóvenes.

Ibrahim estuvo preso en la cárcel de Basauri. Precisamente, las prisiones son, junto a las mezquitas, el gran centro de reclutamiento de estos delincuentes comunes, ya que les convencen de que podrán redimir sus culpas a través del Islam.

La interpretación extrema del Corán de Abdallah hace que la Policía sospeche de que se trata del enlace desde Bizkaia que facilita a los voluntarios el desplazamiento y los contactos para participar en la yihad a nivel mundial.

Junto a ello, la Policía posee información que le relaciona con otros terroristas como Jamal el chino uno de los islamistas inmolados en Leganés tras el 11-M de quien se dice que se escondió en casa de Abdallah después de recibir un tiro en la rodilla en una reyerta en la capita vizcaina.

Robos en Euskadi con destino Argelia

Entre los diferentes robos que se imputa a esta banda de ciudadanos argelinos se encuentra el realizado en un chalet de Balmaseda en el que, según las fuentes policiales, se sustrajo una caja fuerte con 105.000 euros. Este dinero, que iba en paquetes de billetes grandes, fue más tarde cambiado en un banco por billetes de 100 y 200 euros para ser enviado a Argelia. También, en febrero de 2007, Abdallah y su banda robaron en la casa de un hombre de étnia gitana de Vitoria. En este golpe obtuvieron un botín de 160.000 euros que fue enviado a Argelia en diferentes viajes. Sin embargo, los asaltos no sólo se circunscriben a las casas. La Policía Nacional también tiene constancia del robo de 100 kilos de hachís que fue repartido a partes iguales entre las cuatro personas que habían participado en el golpe. Abdallah Boukra compró su parte a dos de los delincuentes y, posteriormente, vendió todo el material a 1.500 euros el kilo, obteniendo al final un montante de 60.000 euros. El dinero, como en otras ocasiones, tuvo Argelia como destino. >E. uriarte