La desarticulación ayer en Bilbao de una red delictiva que, supuestamente, desviaba parte de los fondos obtenidos de forma ilícita para financiar el terrorismo de Al-Qaida constituye la sexta operación contra la amenaza radical islamista desarrollada en lo que va de año. Un dato que revela la preocupación policial y judicial sobre las eventuales ramificaciones que pueda tener la trama del terror global en España, uno de los países que ha sufrido en su propio territorio y de la manera más cruel la violencia yihadista. El resultado dispar que han ofrecido estas y otras investigaciones, revelan no obstante los escollos a los que se enfrentan las fuerzas de seguridad y los tribunales para poder probar la vinculación de delincuentes comunes con el entramado yihadista.