Trece personas fueron detenidas durante la madrugada de ayer en Bilbao, dentro de una investigación policial sobre la financiación desde España a grupos terroristas de naturaleza islámica. La operación se desarrolló en la calle San Francisco y su entorno, el antiguo ‘barrio chino’ de la capital vizcaína, cercado hasta que acabó el dispositivo montado por los equipos de élite de los Grupos Operativos Especiales de Seguridad (GOES).
Los agentes formaban la punta de lanza de una redada destinada a desarticular a un grupo del crimen organizado vinculado al Magreb, que concluyó con la detención de doce ciudadanos argelinos y un iraquí. La presencia en el dispositivo de una unidad de élite, especializada en el arresto de delincuentes peligrosos, tenía un doble motivo: el Cuerpo Nacional de Policía sospechaba que los arrestados formaban parte de una red dedicada a financiar al terrorismo islámico, pero también componían un grupo violento, especializado, entre otros delitos, en asaltar viviendas. Una parte del dinero obtenido mediante estos robos iría a parar a la red de Al-Qaida en el Magreb, según la hipótesis que se investiga.
La redada en Bilbao forma parte de una larga operación dirigida por la Policía Nacional para controlar a un banda de ladrones de pisos formada por argelinos. El primer eslabón se cerró en marzo a bordo de un ferry que une Alicante con la ciudad argelina de Orán. Los agentes registraron un coche estibado en las bodegas del buque, en cuyo maletero descubrieron un auténtico tesoro en joyas, móviles y dinero. Los dueños del vehículo fueron arrestados.
Felicitación
Para entonces, ya se sabía que ambos pertenecían a la banda que actuaba en Vizcaya. En esa ocasión, sin embargo, el juez les dejó en libertad, aunque ahora han vuelto a ser detenidos. Las investigaciones que prosiguieron tras el hallazgo en el ferry permitieron cerrar progresivamente la cadena alrededor de los sospechosos. La Policía llegó a exponer las joyas en la comisaría de Indautxu, sabedora de que habían sido robadas en Bilbao, para que los vecinos asaltados las reconocieran,
Con todos los indicios reunidos, las fuerzas de seguridad decidieron asestar el golpe definitivo a la célula a comienzos de esta semana. Y ayer lo llevaron a cabo. Poco después de la medianoche, los agentes irrumpieron de forma coordinada en ocho pisos de la capital vizcaína. El dispositivo incluyó a funcionarios de Extranjería ante la eventualidad de que se localizasen también a emigrantes sin papeles, y unidades caninas con perros especializados en la búsqueda de droga.
Algunos de los sospechosos consiguieron huir al percatarse de la presencia de la Policía. Su fuga, sin embargo, comenzó y terminó pronto en la propia calle San Francisco, cuando los prófugos se dieron de bruces con los agentes de la Ertzaintza que de manera habitual están desplegados en las zonas más conflictivas del barrio. El delegado del Gobierno, Mikel Cabieces, felicitó ayer a la Policía vasca por la ayuda prestada en la operación.
Además de los trece sospechosos, durante la madrugada de ayer fueron detenidos otros cuatro ciudadanos que convivían con ellos pero que no resultaron tener vinculación alguna con la trama. Las fuerzas de seguridad llevaron a cabo un exhaustivo registro en los domicilios, así como en un pequeño almacén, lo que permitió la incautación de palanquetas y otras herramientas, además de 7.500 euros en metálico, teléfonos móviles, ordenadores portátiles y numerosos objetos de oro y plata; entre ellos, relojes de alta gama valorados en algún caso en 6.000 euros. Las pesquisas continuaban ayer abiertas. Según la Policía, que también les acusa de falsificar tarjetas de crédito y receptación de objetos robados, han aparecido indicios de que los arrestados preparaban matrimonios de convivencia para conseguir la nacionalidad española.
En las inspecciones se localizaron recibos de envíos de dinero a Argelia, que presuntamente les relacionan con la financiación de terroristas islámicos, aunque todavía queda por examinar abundante documentación informática. El ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, se mostró ayer cauto y aseguró que la vinculación con Al-Qaida «es una sospecha que se está investigando». La investigación ha sido coordinada por el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco.