El Ayuntamiento no cree ya necesario elaborar una ordenanza que regule la prostitución

Deia, Olga Sáez, 16-05-2009

bilbao. El equipo de Gobierno municipal ha dejado aparcada la elaboración de una ordenanza que regule la prostitución en las calles de Bilbao, según ha podido saber este periódico. El borrador elaborado por el concejal de Seguridad Ciudadana, Eduardo Maíz, impedía ejercer la prostitución en la calle con sanciones importantes tanto para las mujeres que la ejercieran como para los propios clientes. Sin embargo, las discrepancias en el equipo de Gobierno entre PNV y EB dejaron el borrador sobre la mesa sin visos de retomar el tema, al menos por el momento.

Eduardo Maíz señaló que la incidencia de la prostitución en las calles de Bilbao ha disminuido de forma importante “por lo que no hemos retomado el tema”. Maíz mantiene que la intervención de la Policía Nacional en el control de inmigrantes ha hecho de la prostitución en las calles, algo residual. No cree que se han trasladado a otros barrios de la ciudad sino que han buscado otros espacios y, ejercen la prostitución en pisos. Por este motivo, han dejado aparcado el tema sin que ninguno de los dos partidos del Gobierno ni PNV ni EB tengan intención de retomarlo.

EB no apoya la redacción de una ordenanza que regule la prostitución en las calles de Bilbao porque entiende que existen otros métodos, como una mayor presencia policial, lo que de por sí ya disuade a las mujeres de estar en la calle.

El problema de la prostitución en las calles de Bilbao comenzó a ser denunciado por los vecinos hace tres años. Cuando comenzaron las obras en la plaza de Zabalburu, algunas de las mujeres que desde Las Cortes habían llegado a esta zona comenzaron a bajar a General Concha y hacia Indautxu. Los vecinos protestaron enérgicamente y el Ayuntamiento optó por reforzar la zona con la presencia de varias patrullas policiales que disuadieron a las mujeres. Después, Miribilla vivió el mismo problema. Una docena de mujeres ofrecían sus servicios en el entorno del parque, zona más próxima a Las Cortes. Los vecinos de este barrio nuevo pidieron refuerzo policial al igual que se hizo en General Concha pero también exigieron la redacción de una ordenanza que regulara esta actividad.

El propio alcalde tomó cartas en el asunto y después del concierto de Metálica se dirigió a la avenida Claudio Gallastegi donde se colocaban las mujeres. A partir de entonces el Ayuntamiento adoptó diversas medidas con la pretensión de que los vecinos de este barrio tuvieran una percepción de seguridad. Más patrullas reforzaron la vigilancia en el barrio y la Policía Nacional hizo varias redadas que disuadieron a la mujeres, la mayoría inmigrantes, de estar por este barrio. El problema, con el invierno, quedó aparcado, sin embargo un desagradable episodio hace poco más de un mes volvió a reabrir la petición de los vecinos.

Una mujer que ejercía la prostitución en la zona más próxima a las Cortes resultó herida de varios perdigonazos. Algunos vecinos atribuyeron el lamentable suceso a alguna gamberrada aunque también hubo quien lo interpretó como una manifestación del malestar, aunque en ningún caso justificado. Aprovechando la situación, los vecinos pidieron al concejal de Seguridad Ciudadana la celebración de la esperada mesa de trabajo en la que estuvieran representados vecinos, representantes de las mujeres, partidos políticos y vecinos. Desde el Gobierno municipal entienden que en estos momentos no es necesario una regulación de algo que es residual.

El oficio más viejo

Bilbao ha sido pionero en muchas ordenanzas, la del botellón sin ir más lejos, o incluso la que regula los locales de alterne. Pero tampoco hay que pasarse. La prostitución no es actividad prohibida por lo que su regulación es un tema delicado. Ciudades como Barcelona, Málaga o Sevilla ya lo han intentado con ordenanzas que no sólo sancionan a las mujeres que ejercen esta actividad en la calle sino también a los hombres que requieren sus servicios. Pero en Bilbao el borrador no llegó a prosperar. Probablemente será uno de los pocos temas, en los que PNV y EB no han llegado a un acuerdo. Ezker Batua argumentó que no era partidaria de la elaboración de una ordenanza. Simplemente no creía oportuna regular esta actividad. El debate no daba más de sí. En aquel momento el borrador elaborado en el área de Seguridad Ciudadana quedó sobre la mesa con idea de llegar a un consenso futuro. Pero pasados los meses, ya ni siquiera el PNV cree necesario articular todo un texto por un problema, que según opinan ha desaparecido. Al final eran una docena de chicas que o han cambiado de calle o han encontrado un piso. >o. sáez

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