«La globalización es un disparate»
El ex director general de la Unesco opina que lo único universal deberían ser los derechos humanos, pero que la verdadera riqueza está en la integración de la diversidad
Diario Sur,
,
16-05-2009
Como presidente de la Fundación Cultura de Paz y tras su trabajo como director general de la Unesco, Federico Mayor Zaragoza tiene mucho que decir sobre la convivencia entre diferentes culturas. El co – presidente del grupo de alto nivel para la Alianza de las Civilizaciones hizo esta semana una parada en Málaga para participar en la jornada ‘Mejor educación, mejor ciudadanía’, donde habló sobre la interculturalidad.
¿La diversidad es riqueza?
La diversidad cultural es la mayor riqueza de España. Desde la Unesco, he visto esta inmensa diversidad y el peligro de que nos uniformicemos. Todos debemos estar unidos con unos principios éticos universales, porque la fuerza de la diversidad es esta unión que se produce a través de la dignidad humana, la solidaridad, la justicia y la libertad.
¿Es posible la integración?
Por supuesto. Tenemos que ser totalmente contrarios a cualquier proceso de asimilación y favorecer la integración, porque en ésta se respeta la identidad cultural de cada uno, mientras que la asimilación queremos hacer a los demás iguales a nosotros.
¿Lo realmente artificial sería evitar la mezcla?
La mezcla desde el punto de vista biológico está clara, porque todos somos el resultado de una mezcla. Pero lo terrible es que poco a poco se nos está quitando la identidad cultura, nos van uniformizando y convirtiendo en espectadores impasibles, silencios, obedientes. Al final, todos comemos lo mismo, nos peinamos igual, vestimos igual. Porque seguimos un gran poder mediático que va limando las diferencias.
La globalización también ha ayudado a este proceso…
La globalización es un disparate. A mí sólo me gustaría la globalización de los derechos humanos. Pero la llamada globalización económica ha escondido la hegemonía de los países más ricos de la tierra, y hemos conseguido que las diferencias económicas y las asimetrías sociales hayan aumentado en lugar de reducirse.
Prueba de ello es la situación actual…
Soy una persona esperanzada porque creo que estas grandes crisis actuales, que no sólo es financiera, también es democrática, ética, medio ambiental, alimenticia, son una vía de cambio. Antonio Machado decía es de necios confundir valor y precio. Y lo hemos confundido. Pero ahora existe la gran oportunidad frente a la crisis porque el poder ciudadano que está normalmente adormecido ahora se despierta incluso con indignación. Hay que pasar de la economía de guerra a una economía de desarrollo global en la que invirtamos en energía renovable, producción de agua, producción de alimentos y cambiar el mundo.
¿Tienen poder los ciudadanos para ello?
Sí, porque ahora los ciudadanos ya nos podemos expresar con las nuevas tecnologías. Los ciudadanos nos damos cuenta de nuestro poder, que radica en participar y contribuir en una democracia genuina, en la que no sólo nos cuenten, sino que también contemos. Además, hasta ahora el mundo ha sido un mundo masculino y esto está cambiando. Dejamos una política de guerra, de lucha y de conflicto por otra de diálogo. Ahora creo que pasamos de súbditos o vasallos a ciudadanos.
(Puede haber caducado)