Ocho miembros de la banda Latin Kings fueron condenados ayer a penas de entre 17 y 18 años de cárcel por el asesinato a puñaladas del joven ecuatoriano Jimmy Junior Ureña, en noviembre del 2005, en una plaza del barrio madrileño de Ciudad Lineal. La Audiencia Provincial de Madrid les impone a todos condenas por asesinato con alevosía, pero los exime de la agravante por enseñamiento, como pedía el fiscal, pese a que el menor fallecido, de apenas 17 años, recibió 18 cuchilladas con dos navajas distintas.

El tribunal absuelve a cuatro de los acusados del delito de asociación ilícita porque ya habían sido condenados por este mismo motivo en un proceso penal anterior, precisamente, en el juicio por el fallecimiento de otro menor ecuatoriano ocurrido dos meses antes de la muerte de Jimmy. En ambos casos, según confesaron, se confundieron de objetivos, ya que pensaban que ambos pertenecían a una banda rival. Asimismo, los condenados deberán indemnizar con 115.000 euros a la madre de la víctima, Jacqueline del Villar, y no comunicarse con ella durante los próximos diez años.

Además, el tribunal absolvió de todos los cargos a tres de los imputados en el caso, al quedar probado que no participaron en el asesinato del menor, y también ordenó la disolución y suspensión de todas las actividades de la banda en Madrid.