El pasado 4 de mayo comenzó la construcción del que se conoce ya como muro virtual en la frontera que separa a EE.UU. de México. Se trata de un primer tramo de 40 kilómetros, que estará situado al sur de Tucson, en el estado de Arizona. Pero el proyecto es más ambicioso ya que cuenta con llegar a cubrir varios cientos de los 3.200 kilómetros que comparten ambos países.

La primera fase consiste en nueve torres de alta tecnología. La tecnología de la que están dotadas les permitirá vigilar seis kilómetros a la redonda de cada una de ellas. Las torres estarán equipadas con cámaras de visión nocturna y diurna y sensores especiales para detectar el paso de personas y vehículos. Los datos registrados serán emitidos en tiempo real en un centro de control de la Patrulla Fronteriza. De esta forma, los funcionarios encargados de proteger la frontera se enfrentarán mejor a la inmigración de personas sin visado y al narcotráfico.

El proyecto no es nuevo. Durante la administración de Bush se aprobó e instaló un complejo sistema, denominado «proyecto 28» en referencia al tramo de frontera, conocido como P – 28, en el que fue instalado, que costó más de 500 millones de dólares. Pero aquel proyecto no funcionó. Entonces se explicó que el duro clima del desierto de Arizona había alterado el funcionamiento de los aparatos. Las autoridades esperan ahora no tener los mismos problemas.