DV. Mohamed A., de 34 años y origen magrebí, sufría de asma. De hecho, la semana pasada tuvo que ser trasladado al hospital por complicaciones debidas a esta dolencia y llevaba en un bolsillo un informe médico que lo acreditaba. El inmigrante, que tenía antecedentes policiales, murió en la madrugada de ayer por «causas naturales», según el informe de la autopsia practicada al cadáver, después de que, junto con un compatriota, intentara robar a un peatón en el barrio de San Francisco.

El extraño suceso se produjo alrededor de la 1.45 horas en la parte baja del barrio bilbaíno de San Francisco, concretamente en la plaza de Bilbao la Vieja. Un individuo, con domicilio en la localidad riojana de Nájera, de 37 años, que se encontraba en la ciudad de visita, caminaba por la acera cuando fue abordado por la espalda por dos ladrones. Uno de ellos sacó una navaja y se la colocó en el cuello, según explicó a la Er – tzaintza.

Ropa desgarrada

Los desconocidos aprovecharon que estaba solo y era de noche. Según la víctima, pretendían robarle, pero se revolvió contra ellos. Según algunos testigos que presenciaron la escena y avisaron al 112, la víctima y uno de los asaltantes – Mohamed A. – se enzarzaron en un forcejeo mientras su cómplice salía huyendo a la carrera.

Mohamed también logró zafarse y se lanzó a correr. Justo entonces, probablemente debido a la agitación del momento, sufrió un desvanecimiento y cayó fulminado. Sanitarios de DYA y Osakidetza intentaron reanimarle, pero había muerto.

Cuando llegó al lugar una patrulla de la Ertzaintza encontró a unos metros del cadáver al hombre que afirmaba haber sufrido un robo y que presentaba las ropas desgarradas, restos de sangre y marcas en los nudillos de la refriega. Además, hace un año había sido imputado por lesiones en el mismo barrio, por lo que fue detenido por su presunta relación con la muerte del anterior.

El cuerpo fue trasladado al Instituto de Medicina Legal, en el Palacio de Justicia de Bilbao, donde se le practicó la autopsia. Los forenses descartan que fuera víctima de una muerte de naturaleza homicida, ya que el cadáver no presentaba hematomas ni otros signos de golpes, tan sólo tenía una brecha en una ceja que podía haberse provocado al caer, señalaron fuentes judiciales. El fallecido murió por causas naturales, concluyen los expertos.