La Ciudad Autónoma cree que es el Gobierno central el que debe buscar soluciones al problema que padecen los 63 bengalíes acogidos en el Centro Temporal de Estancia de Inmigrantes (CETI). Así lo piensa al menos Abdelmalik El Barkani, quien además de no entender las críticas vertidas por el Partido Socialista y Unión, Progreso y Democracia contra Carlos Iturgaiz por haberse interesado el pasado sábado por la situación de los inmigrantes , instó ayer al Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero a «adoptar decisiones con la ley en la mano».

Según el diputado del Partido Popular, el europarlamentario hizo lo que tenía que hacer, es decir, interesarse y preocuparse por la situación de los bengalíes acogidos en Melilla. Si esta actitud ha recibido las críticas de socialistas y upedistas, El Barkani no quiere ni pensar qué habrían dicho de Iturgaiz si hubiera pasado de largo, si no se hubiera interesado por el problema de los inmigrantes .

Además de reconocer que los bengalíes se encuentran en una situación delicada, ya que muchos de ellos llevan hasta cuatro años en Melilla, el popular cree que el Ejecutivo central debe tomar cartas en el asunto y adoptar una decisión con la ley en la mano, ya que está actuando de forma «pasiva e irresponsable». De igual forma, y como hiciera el pasado lunes el diputado Antonio Gutiérrez, El Barkani apostó también ayer por lograr el consenso de todos los partidos para acabar con esta situación.

Para terminar, el diputado popular se preguntó qué piensa hacer el Gobierno central con estos 63 bengalíes, ya que, como su nombre indica, el CETI es un centro «temporal» y no de residencia.

Irregulares

El delegado del Gobierno se pronunció también ayer sobre el futuro que les espera a los inmigrantes de Bangladesh que desde hace meses exigen una solución que regularice su situación en el país. Gregorio Escobar se refirió a esta cuestión y lo hizo para, además de subrayar su contacto «permanente y directo» con este colectivo, recordar que son personas que entraron en España de forma irregular, por lo que se les aplicarán los mismos procedimientos que «a cualquier otra persona de cualquier otra nacionalidad que entra de forma irregular en la ciudad».

Así las cosas, aseguró que la Delegación del Gobierno realiza un análisis «individualizado» de cada caso y, en función de ese estudio, se hace una aplicación de la Ley de Extranjería. En este punto, reconoció que, «salvo en circunstancias excepcionales y por razones humanitarias», la repatriación será su única salida.