Cinco programas para reconstruir hogares destrozados

Diario Vasco, F.S. DV., 13-05-2009

Los menores desprotegidos provienen de hogares destrozados. Los progenitores que agreden, abandonan o abusan de sus hijos presentan problemas de toxicomanía, enfermedad mental, inmadurez psicológica, limitación intelectual… No es fácil dar la vuelta a esta situación. La Diputación lo intenta con cinco programas. El fin es reconstruir los hogares para que los hijos regresen.

Gizalan. Intervención familiar. Atiende a hogares caracterizados por la existencia o riesgo de existencia de perturbaciones severas en la relaciones entre padres e hijos que han desembocado o pueden hacerlo en maltrato, incapacidad parental o explotación laboral. Atiende a padres que conviven con el menor y a progenitores sobre los que existe una declaración de separación.

Osatu. Complementación. Trabaja con familias multiproblemáticas que requieren un tutelaje permanente por parte de profesionales. El objetivo no es tanto hacer a los padres competentes respecto de sus hijos, como en ofrecer a los niños una atención que complemente a la de sus padres.

Drom egin. Etnia gitana. Dirigido a familias de este colectivo que presentan grandes dificultades para la cobertura de las necesidades básicas de sus miembros menores de edad.

Abuso sexual. El servicio puede llegar a desarrollarse en tres fases: investigación, valoración y evaluación terapéutica e intervención. Se dirige a familias en las que haya detectado una situación de abuso sexual en su seno También a familias en las que se detecte maltrato, tanto físico como emocional.

Abordaje terapéutico. Se ofrece a menores que participan en otros programas de intervención, así como a aquellos que se encuentran en acogimiento residencial o familiar. Este recurso se entiende como una forma de ayudarles a ‘desaprender’ los mecanismos de defensa que hayan tenido que desarrollar.

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