La familia repudiada en La Arboleda ocupa su casa tras salvar varios sabotajes

La Ertzaintza no intervino porque los vecinos, que interpretaron un funeral, protestaron en silencio.

Deia, Aitor Alonso , 12-05-2009

trapagaran. Manuel, Laura y sus cinco hijos han pasado ya su primera noche en La Arboleda. Ayer, tal como habían anunciado el pasado jueves las asociaciones que les están apoyando durante estas últimas semanas, ocuparon la polémica vivienda que el Gobierno vasco les ha adjudicado en el barrio minero, poniendo así punto y final a un conflicto que se ha prolongado durante medio año. La familia procedente de Sestao llegó al pueblo minero arropada por miembros de los colectivos gitanos y protegida por una veintena de ertzainas, una docena de ellos equipados con material antidisturbios. En esta ocasión, al contrario de lo que sucedió hace un mes, no tuvieron que intervenir porque los vecinos expresaron su rechazo al realojo concentrándose de forma pacífica y en silencio ante el edificio.

Aun así, la entrada definitiva del matrimonio al piso volvió a estar plagada de numerosos obstáculos. Nada más llegar al portal, sobre las 12.10 de la mañana, el grupo comprobó que la puerta no se podía abrir porque alguien la había atado con una cuerda desde el interior. Tras cortarla con algunas dificultades, la sorpresa fue aún mayor al llegar a la primera planta y comprobar que la puerta de su piso estaba nuevamente tapiada con un encofrado de cemento y cascotes del que colgaba un gran cartel con la inscripción Pisos gratis para todos.

Este contratiempo alteró todos los planes. La familia, que tenía previsto haber comido en su nuevo piso, se marchó al comprobar que resultaba imposible acceder al inmueble. Algunos integrantes del Consejo de Promoción del Pueblo Gitano expresaron su enfado y “rabia” al descubrir este nuevo sabotaje, el tercero que sufre la puerta de la vivienda, y que fue denunciado por la abogada de la pareja ayer mismo.

En el exterior, los habitantes de La Arboleda, vestidos de luto y con el fondo de las campanas de la iglesia tocando a difunto, escenificaban mientras tanto lo que para ellos ha supuesto el fallecimiento de su pueblo. Una muerte que interpretaron con la colocación incluso de numerosas esquelas en las calles en las que podía leerse el texto “La Arboleda, viuda de don pulmón de Bizkaia, falleció el 11 de mayo de 2009 a las 12.00 horas. Causa de la muerte: realojo de una familia conflictiva de Sestao. Ruegan por su espíritu de pueblo y su futuro sus vecinos, visitantes y gente de buen vivir. Oficiantes: Marcos Merino, alcalde de Sestao y la funeraria Sestao Berri”.

A primera hora de la tarde, una cuadrilla de obreros despejó la entrada y sustituyó la puerta por una nueva. Lo que muchos no sabían era que ese escollo no iba a ser el último. Una vez dentro, comprobaron que no había luz. “Han arrancado el contador”, explicó Eduardo Motos, portavoz de la Asociación Gitana de Barakaldo, quien descubrió una nueva sorpresa desagradable. “También había algunas persianas y cristales están rotas, parece que a pedradas”, conjeturó.

Por fin, sobre las siete y media de la tarde, el matrimonio y sus cinco hijos, a los que habían ido a recoger al colegio, regresaron al que desde ayer es su hogar. Según anunciaron algunos integrantes de Iniciativa Gitana, la familia estará acompañada hasta que normalice la convivencia para evitar que sufran algún percance con los vecinos.

Aunque el grupo estaba dispuesto a renunciar a este realojo a cambio de otra vivienda de similares características en otra zona debido al clima de conflictividad, la portavoz del Ayuntamiento, Pilar Souto, indicó que en los últimos días no se ha producido reunión alguna para buscar una salida consensuada.

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