La familia cree que "un ataque de celos" por la nueva pareja de Yasmín motivó la agresión
afirma que en seis años de matrimonionunca antes la había maltratado. El juez de guardia de Irun ordenó ayer el ingreso en prisión provisional del agresor tras escuchar su declaración
Diario Vasco, , 12-05-2009irun. “Fue un ataque de celos”, afirma rotundamente Jhon Erik Osorio, yerno de la última víctima de la violencia de género, Yasmín Zamira Rodríguez, asesinada la madrugada del sábado en Irun. Este joven de 23 años, también de origen colombiano, señala que tanto su novia Angie, como la abuela de ésta, Rosa, se encuentran “muy mal”. Apenas han pasado dos días desde que perdieran a Yasmín, madre de la primera e hija de la segunda, y todavía no se explican por qué el presunto asesino, quien ayer ingresó en prisión, actuó como lo hizo, con “claras intenciones” y “sabiendo muy bien a lo que iba”.
A Osorio y al resto de la familia sólo les cabe la explicación “de los celos” para dar sentido al proceder que tuvo la noche del viernes al sábado Eduardo Enrique San Clemente. La madre de Osorio, Inés, fue testigo de excepción del trágico suceso, ya que acompañaba Yasmín cuando tuvo lugar el asesinato. Ahora, según señala su hijo, está tan impactada “que no quiere ver a nadie”.
amenazas previas Jhon Osorio relata que Yasmín e Inés habían salido “de marcha” juntas, ya que “eran muy amigas”. Como habitualmente hacía, acudieron a la plaza San Juan para coger un taxi que les llevara hasta el Hotel Ibis, lugar de encuentro “donde solían aparcar el coche” cuando salían por ahí.
Pero ya en la plaza, el presunto asesino les esperaba montado en su vehículo, un Opel Astra negro. “Mi suegra tuvo una discusión con él y, cuando se fue a por el taxi, el agresor le dijo a mi madre que la iba a matar”, afirma el joven Jhon Erik. Inés acudió rápidamente al taxi en el que esperaba su amiga y le contó lo que le acababa de decir el que después sería su supuesto asesino. “Incluso le comentó que tenía un cuchillo”, recuerda Osoro. Pero Yasmín no hizo caso. Conocía o creía que era así a Eduardo Enrique San Clemente. No en vano, llevaba seis años casada con él.
seis años de matrimonio Osoro pasa una a una las fotos del álbum familiar, donde se ve que la relación entre el agresor y su víctima venía de largo. “Seis años casados”, asegura su yerno. Pero la relación no funcionó y “hace año y medio se separaron. No estaban divorciados ni nada”, afirma.
El papel fotográfico ha registrado esa vida en común, compartiendo abrazos, besos, fiestas, vacaciones y eventos familiares como una pareja cualquiera. Entonces, ¿qué ocurrió? ¿Tan mala persona era? “Qué va, ésa es la cuestión, no había tenido ningún problema nunca con él”, responde el joven. Entonces, ¿qué?
“Un ataque de celos”, concluye. Yasmín había rehecho su vida con otro hombre que, incluso, le había propuesto irse a vivir juntos. “Supongo que se lo comentaría (a su ex) y éste no pudo resistirlo”, apunta Jhon Erik.
El yerno de la asesinada reconoce, no obstante, que en los últimos meses San Clemente había llamado con asiduidad a Yasmín, atosigándola para que volviera con él. “No quería asimilarlo”, comenta al respecto. También barajan alguna llamada a su novio amenazándole, aunque no pudieron confirmar que se tratara de él. Aún con todo, nunca le había puesto la mano encima hasta este pasado fin de semana.
Prisión provisional Inés y Yasmín llegaron al Hotel Ibis, situado en la avenida Letxunborro. Se bajaron del taxi y Yasmín fue a coger su Opel Corsa rojo. Ambas se montaron y emprendieron la marcha, seguidas de cerca por Enrique. Éste decidió poner punto final a la persecución asestándole un golpe al vehículo en el que viajaban las dos mujeres. Aún así, Yasmín pudo aparcar encima de la acera. Acto seguido, se bajó del coche y se acercó a su agresor para saber por qué las había embestido.
Todavía entonces no creía que le pudiera hacer daño. Quería saber qué le había llevado a provocar ese accidente, pero, en ningún momento, según opina Osorio, pensó que le pudiera agredir. Por desgracia, así fue. “Le cortó la aorta”. Y, entre medio, con otras dos cuchilladas, hirió al motorista irundarra Juan Pablo Urtizberea, quien sólo pensaba en ayudar a la mujer.
Osorio todavía se sorprende al analizar la fría actuación que tuvo San Clemente. "Si cuando tenía algún problema en el pub en el que trabajaba (en la actualidad se encontraba en paro) como portero me llamaba a mí. Era uncagao ", asevera sin pelos en la lengua. Por eso le resulta difícil creer lo que ocurrió. “Tenía muy claro a lo que iba”, reitera.
Él estaba con Angie cuando Inés llamó para alertar de lo ocurrido. “No me lo podía creer”, asegura Osorio. Sin embargo, cuando llegaron al Hospital del Bidasoa, un médico les confirmó el fallecimiento de Yasmín.
Ahora, la familia sólo desea “que se haga justicia” y que Eduardo Enrique San Clemente cumpla “la mayor condena posible para este delito”. De momento, el agresor, de 37 años, declaró ayer por la mañana ante el juez de guardia en Irun. El magistrado ordenó a las 14.20 horas prisión provisional, por lo que fue conducido a la cárcel de Martutene, donde permanecerá a la espera del juicio.
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