Un traumatólogo realizaba circuncisiones en una clínica ilegal a menores y sin anestesia
ABC, , 12-05-2009La Policía Municipal ha desmantelado una clínica ilegal en la que, presuntamente, se realizaban circuncisiones a menores por un cirujano traumatólogo ortopédico que trabajó hasta hace unos años en el Hospital de La Princesa. El sospechoso declaró que estaba de baja por una operación del corazón y que casi siempre se ayudaba de otro médico de un centro de salud de Villaverde. Cobraba 250 euros por cada intervención, que realizaba sin anestesia.
De cualquier manera, el sospechoso, I. A. M. S., de 64 años, tenía nacionalidad española, aunque su origen es jordano, y está colegiado.
La operación, encabezada por los Agentes Tutores de la Policía Municipal, comenzó a instancias del Defensor del Menor, quien había recibido varias denuncias anónimas afirmando que, en el semisótano de la calle de Coslada, 14 (Salamanca), acudían niñas musulmanas, por lo que se sospechaba de que se podrían practicar ablaciones de clítoris.
Eran varios los vecinos que llevaban tiempo escuchando gritos y llantos de niños en el inmueble. Y siempre en fechas muy extrañas: los sábados y domingos por la tarde, así como festivos. Por ello, los agentes tutores solicitaron al vecindario que, en caso de escuchar de nuevo situaciones similares, les avisasen, según las fuentes consultadas.
Javier Fernández, coordinador de los Agentes Tutores de la Policía Municipal, explicó a ABC que la operación se llevó a cabo en dos líneas de actuación: por un lado a primeros de abril, se comprobó que el local había tenido en su día autorización administrativa del Ayuntamiento, pero ya carecía de ella, al igual que la de la Consejería de Sanidad.
Entre insectos muertos
El 1 de mayo fue el día culmen de la operación. Durante la vigilancia, se comprueba que al menos dos menores – de 4 y 1 años, éste último, llorando – , con sus padres, han abandonado la clínica. Media hora después, salen otros dos niños – de dos meses y dos años – , pero ninguno de los matrimonios, nigerianos, coopera con la Policía.
Es el tercero, de la misma nacionalidad y con dos niños de dos años y medio y un mes, quien da información: unos amigos le habían recomendado la clínica, habían pagado 250 euros y se alarmaron por la gran cantidad de suciedad que en ella había: colillas de cigarros, insectos muertos…
Cuando los agentes entran en la clínica, el sospechoso estaba realizando una circuncisión, sin anestesia, a un menor, cuya madre ayudaba al médico a sostener el pene del niño. El doctor no llevaba guantes, mascarilla, gorro ni bata; iba vestido de calle. Le preguntó a la madre si tenía algún analgésico y, ante la respuesta negativa, le indicó: «Si el bebé llora, déle el pecho». No se han acreditado ablaciones, aunque existían sospechas.
La supuesta clínica, que antaño había sido legal, pero estaba en manos de otro médico, no tenía contrato de mantenimiento contra incendios, los extintores estaban caducados, carecía de seguro de Responsabilidad Civil, licencia de apertura, de actividad, acta de funcionamiento, hojas de reclamaciones y, para más inri, no daba factura.
Subsaharianos
En cuanto al perfil de estos últimos, la mayoría eran subsaharianos – parte de esta población es de religión musulmana – . También, inmigrantes en situación irregular en nuestro país que, por miedo a acudir a la sanidad pública por si les denunciaban – algo que no puede ocurrir – , acudían a este médico.
Se dio el caso de una familia que había viajado desde la ciudad de Logroño (La Rioja) para tales menesteres. El sospechoso y su ayudante tenían también tarjetas de visita con sus nombres y explicando a lo que se dedicaban en su tiempo libre.
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