Cerrada una clínica de circuncisiones

El Mundo, LUIS F. DURÁN, 12-05-2009

Sanidad. La Policía Municipal precinta el local por falta de higiene y no tener licencia Sucia, desordenada, con material oxidado y sin licencia. Así encontraron los agentes de la Policía Municipal de Madrid y los técnicos de la Consejería de Sanidad la clínica Coslada, en la calle de Coslada del distrito de Salamanca. El centro, que se publicitaba como especialiazado en circuncisiones por 250 euros, atendía principalmente a bebés y niños de inmigrantes y llevaba funcionando en la clandestinidad desde hace al menos cuatro meses. Carecía de permiso y su propietario, un médico jordano nacionalizado español de 70 años, ha sido imputado por una infracción administrativa. No obstante, ya se encuentra en libertad y trabajando en otra clínica, puesto que posee titulación para ejercer como medico traumatólogo ortopédico, según la Policía. Con todo, los agentes han abierto diligencias contra este facultativo ante la sospecha de que pudiese haber efectuado en el recinto alguna ablación, lo que acarrearía que se le pudiera detener por un delito de lesiones castigado con penas de entre 6 y 12 años de cárcel.


El caso salió a la luz por la denuncia realizada al Defensor del Menor, por parte de un vecino, que había escuchado gritos de pequeños desde el interior de las instalaciones. El denunciante anónimo delató que en el piso se podían estar practicando circuncisiones, ya que los fines de semana se oían llantos de pequeños que llegaban a la vivienda acompañados por familiares, y que la abandonaban poco después.


El Defensor del Menor trasladó el asunto a la Policía Municipal que encargó el caso a la Unidad Central de los Agentes Tutores. Este grupo inició en primer lugar una vigilancia de la clínica. Pero los primeros días de investigación, martes y jueves, y lunes y miércoles, no estaba abierta. Finalmente establecieron un control los fines de semana y fue cuando descubrieron que la actividad se realizaba los sábados y domingos y los días festivos.


El pasado viernes 1 de mayo los agentes tutores y los técnicos de la Consejería de Sanidad y la Junta Municipal de Salamanca realizaron la redada al comprobar que estaba abierta y con un bebé de meses, acompañado de sus padres, en la sala de intervenciones. «Lo que vimos al entrar fue tremendo», recuerda Javier Fernández, coordinador de los Agentes Tutores. «Todo revuelto, suciedad, material oxidado, mucha falta de limpieza y encima, el médico estaba realizando la intervención sin guantes», relata Fernández. «Las condiciones eran pésimas para realizar las intervenciones y se decidió precintar la clínica, ya que el médico no pudo aportar las preceptivas autorizaciones y la licencia de actividad», agregó el responsable policial.


Se sospecha que llevaba operando desde el pasado mes de marzo. Cobraba 250 euros por cada circuncisión y se anunciaba en dípticos y folletos que repartía en la calle y entre colectivos subsaharianos.


La sala de intervenciones


En la imagen, captada por los agentes de la Policía Municipal, se puede ver la sala donde el doctor realizaba las circuncisiones a los niños. Las medidas higiénicas eran muy pobres y los medicamentos estaban caducados. Además, el material que empleaban para las intervenciones estaba oxidado, según explicaron los agentes tutores encargados de la inspección del local del barrio de Salamanca. En el momento de la entrada los policías vieron cómo el médico operaba a un niño de seis meses y lo hacía sin guantes quirúrgicos.

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