Cientos de personas condenan la muerte de Yasmín y arropan a su familia en Irun
Diario de noticias de Gipuzkoa, , 11-05-2009El presunto homicida, ex pareja de la mujer acuchillada y colombiano igual que ella, pasará hoy a disposición del juez
donostia. Irun guardó ayer silencio para gritar de indignación contra el asesinato de Yasmín Zamira Rodríguez y de demasiadas mujeres que, como ella, han sido víctimas mortales de la violencia machista. Tristeza y rabia se unieron a mediodía en la plaza San Juan, donde medio millar de personas se concentró para expresar su solidaridad a los allegados de esta mujer colombiana, vecina de la localidad desde hace diez años, cuyo funeral se celebrará hoy, a las 19.00 horas en la iglesia del Juncal. Su muerte, ocurrida en la madrugada del sábado, se produjo a manos de su ex pareja, un hombre de 37 años que le asestó varias cuchilladas mortales y que pasará hoy a disposición del juez tras haber sido detenido en el lugar del crimen.
Los iruneses y la comunidad latina se unieron así en apoyo de la familia de la víctima en un emotivo acto en el que pudieron verse banderas colombianas y pancartas con lemas en castellano y euskera en contra de los maltratadores de mujeres. Los asistentes quisieron también mostrar su reconocimiento a Juan Pablo Urtizberea, el vecino de Ventas que recibió dos graves puñaladas cuando trató de ayudar a la víctima en la avenida Letxunborro, donde se cometió el asesinato de Yasmín.
Numerosos allegados de este hombre, que se recupera de sus graves heridas en el hospital, participaron en la concentración, a la que también asistieron los padres de Nagore Laffage, la joven irunesa que fue asesinada el pasado mes de julio en Navarra.
silencio y emoción Minutos antes de las 12.00 horas, los allegados de la víctima fueron recibidos en el interior del Ayuntamiento por miembros de la Corporación municipal, quienes los acompañaron al exterior de la plaza para encabezar la concentración.
Una vez allí, bajo el crespón negro que presidía el balcón consistorial, los asistentes guardaron durante quince minutos un respetuoso silencio para condenar la muerte de Yasmín. Su madre y su hermana, sumidas en un llanto inconsolable, recibían muestras de comprensión, mientras su hija Angie, siempre arropada por su marido, sorprendía por la serenidad y entereza que demostró a sus 18 años.
Los gestos de dolor fueron visibles durante todo el acto, especialmente entre los numerosos compatriotas de la víctima que acudieron a la protesta, cuya angustia conmovió a todos los presentes.
La emoción sobrepasó también a muchas personas en la plaza de San Juan cuando la esposa de Juan Pablo Urtizberea, Conchi Miranda, se fundió en un largo abrazo con la hija de la fallecida, a la que dio el pésame. Las dos mujeres, incapaces de controlar las lágrimas, se susurraron entre sollozos palabras de apoyo mientras recibían gestos de cariño por parte de quienes las rodeaban, al tiempo que el alcalde en funciones, Miguel Ángel Páez, sujetaba a Angie en los momentos de mayor flaqueza. Conchi saludó también de manera muy afectuosa a la madre y a la hermana de Yasmín, a quienes conoció cuando acudieron al hospital a interesarse por el estado de salud de su marido y a darle las gracias por intentar salvar la vida de la fallecida.
Los presentes en la plaza San Juan de Irun concluyeron el evento con un fuerte y prolongado aplauso que dedicaron con emoción a Yasmín. Aunque intentaron mantener la calma, el llanto desbordó a la familia y a los amigos de la mujer colombiana al sentir el apoyo de quienes les secundaron en esta concentración.
por la puerta de atrás Tras el acto de condena, los allegados de la víctima y la mujer de Urtizberea fueron acompañados al interior del Ayuntamiento, de donde salieron por la puerta trasera para evitar las cámaras. Un portavoz de la familia, José Rodríguez, explicó que las tres mujeres “se encuentran muy dolidas, destrozadas, y apenas tienen ganas de hablar”, por lo que fue él el encargado de transmitir su gratitud por el respaldo recibido por parte de todos los ciudadanos. Asimismo, manifestó su deseo de que “el asesino pague por lo que ha hecho”.
Miguel Ángel Páez, que acompañó a la madre y la hija de Yasmín en todo momento, destacó que el trance está siendo “muy duro” para ellas: “Pero por suerte tienen una red social y de amigos muy fuerte que nos ha sorprendido muy positivamente por el gran apoyo que les están dando”. El Consistorio de Irun, además, ha puesto ayuda psicológica a su disposición.
Entre las autoridades que participaron en la protesta de Irun, se encontraban tres miembros del recién constituido Gobierno Vasco. El consejero de Transportes, Iñaki Arriola; la titular de Asuntos Sociales, Gemma Zabaleta y la portavoz, Idoia Mendia. Esta última expresó su “más firme condena contra este asesinato tremendo” y destacó que el nuevo Ejecutivo tratará de “reducir al máximo los espacios de impunidad para estos asesinos y para las personas que ejercen la violencia contra las mujeres, sobre los que caerá todo el peso de la Ley”.
Asimismo, anunció que el nuevo Gobierno Vasco “quiere reforzar el impulso en la defensa de los derechos de las mujeres y tratar de coordinar mucho mejor de lo que se ha estado haciendo la política entre departamentos para evitar estos asesinatos”, para lo cual “se creará una dirección contra la violencia de género en el Departamento de Interior”.
Mendia tuvo también palabras para el irunés que “trató de auxiliar a esta mujer en esos momentos tan tremendos”, al que deseó “una pronta recuperación”.
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