DV. Varios cientos de personas mostraron ayer en Irun su rechazo a la violencia de género y su solidaridad con la familia de Yasmín Rodríguez, la mujer colombiana presuntamente asesinada en la madrugada del sábado por su ex marido, el también colombiano Enrique San Clemente. El llanto desconsolado de la madre, la hermana y la hija de Yasmín presidía la concentración silenciosa convocada al mediodía por el Ayuntamiento de la localidad fronteriza en la plaza San Juan, frente al Consistorio.

Pancartas exigiendo políticas de prevención efectivas y de repulsa de la violencia se mezclaban con otras que recordaban a Nagore Laffage, la joven irunesa asesinada el año pasado presuntamente por un compañero de trabajo. Familiares y amigos de Nagore, su madre entre ellos, acudieron a la manifestación.

Junto a la familia de Yasmín, amigos y compatriotas de la víctima mostraban su pesar tras una bandera colombiana y una pancarta de la asociación multicultural Adiskidetuak, de honda implantación en la comunidad latina bidasotarra. Los sollozos y la sensación de incredulidad se multiplicaban entre los conocidos de la fallecida y su verdugo.

También se pudo ver a la familia de Juan Pablo Urtizberea, el motorista que trató de auxiliar a la víctima y que resultó herido al recibir dos cuchilladas del presunto asesino. Uno de los momentos más emotivos de la concentración fue precisamente cuando la esposa de éste se dirigió a la familia y se abrazó con la madre, la hermana y la hija de Yasmín, rompiendo en un llanto mutuo que conmovió a los presentes.

La concentración finalizó entre aplausos quince minutos después de que se iniciara.

«No pueden ni hablar»

José Rodríguez, compañero sentimental de Rosa Elvira, la hermana de Yasmín, ejerció de portavoz de la familia tras el acto. Excusó a la familia directa porque «es casi imposible hacerles hablar en estos momentos de dolor». Explicó que tanto la madre como la hija y la hermana «están hechas polvo».

Tras mostrar su agradecimiento al pueblo de Irun, a las autoridades y a los medios de comunicación por las muestras de apoyo recibidas, expresó su deseo de que «se haga justicia», de que el presunto asesino «pague su culpa» y de que «no haya más ocasiones como ésta».

La representación institucional estuvo encabezada por tres consejeros del Gobierno Vasco – la titular de Justicia y portavoz, Idoia Mendia, y los dos guipuzcoanos del gabinete, Iñaki Arriola (Vivienda, Obras Públicas y Transporte) y Gemma Zabaleta (Empleo y Asuntos Sociales) – ; el delegado del Gobierno en el País Vasco, Mikel Cabieces; la diputada de Política Social de Gipuzkoa, Maite Etxaniz; y concejales del Ayuntamiento de Irun, con el teniente de alcalde y primer edil en funciones, Miguel Angel Páez, a la cabeza.

Éste se mantuvo en todo momento arropando a Angie, la hija de la víctima, estudiante de 18 años, que de la noche a la mañana se ha quedado huérfana de madre mientras su padre vive en Colombia. También se pudo ver a la parlamentaria vasca de Aralar, Ain – tzane Ezenarro, y a la juntera de Ezker Batua, Arantza González.

Finalizada la concentración y tras reunirse en privado con los allegados, Páez explicó que el Ayuntamiento ha ofrecido apoyo psicológico a la familia de Yasmín, aunque destacó la «fuerte red de amigos que mantenían la víctima y los familiares, que nos ha sorprendido por su número y grado de unidad» y que constituyen «el mejor soporte que pueden tener en este momento».

El alcalde en funciones ofreció a la familia los servicios de Asuntos Sociales del Consistorio, aunque dijo desconocer la situación económica en la que queda la familia, ya que «no hemos hablado de ese tema». Consideró «difícil» que estén pensando en regresar a su país, dado que, excepto la madre que llegó hace poco tiempo, tanto la hija como la hermana llevan tiempo en España y «están muy afincadas en Irun. De hecho, el funeral y el entierro se van a celebrar aquí». El funeral se celebrará hoy a las 19.00 en la iglesia del Juncal.

Medidas

La consejera de Justicia y portavoz del Gobierno Vasco, Idoia Mendia, aseguró por su parte que su Ejecutivo «no va a tolerar en absoluto episodios de violencia como éste y va a tratar de reducir al máximo los espacios de impunidad para estos asesinos y las personas que ejercen la violencia contra las mujeres». «Sobre ellos caerá todo el peso de la ley». La consejera tuvo palabras de agradecimiento para Urtizberea, al que deseó «una pronta recuperación y que salga bien del incidente».

Anunció que el nuevo Ejecutivo autonómico «quiere reforzar el impulso en la defensa de los derechos de las mujeres y tratar de coordinar, mucho mejor de lo que se ha estado haciendo hasta ahora, la política entre departamentos para evitar estos asesinatos», para lo cual se creará una dirección específica contra la violencia de género en el Departamento de Interior.

La representante de Ezker Batua – Berdeak en las Juntas Generales de Gipuzkoa, Arantza González, lamentó que este nuevo asesinato «demuestra que todavía tenemos un largo camino por recorrer en la lucha contra la violencia de género» y que «es necesaria la labor coordinada de todos los ámbitos implicados y de la sociedad en general para combatir esta lacra».