«Me preocupa que cada vez haya más chicos que salgan con navaja»
Critica que se «etiquete» a los menores extranjeros no acompañados como delincuentes «cuando no es así»
El Correo,
,
10-05-2009
Carmen Cotelo rehúye a toda costa el alarmismo de la calle, sus rumores y fábulas. Vitoria no es el Bronx, ni mucho menos, pero también es cierto que la delincuencia está creciendo. Por ‘A’ o por ‘B’, pero en aumento. «No es preocupante, es llamativo», asegura convincente. Lleva ocho años trabajando en un área tan delicada como la Fiscalía de Menores de la Audiencia Provincial de Álava y si de algo puede presumir es de hablar claro. Le preocupa, «quizá lo que más», la proliferación de armas blancas entre los más jóvenes, una ‘moda’ que ha traído consigo el fenómeno de la inmigración. «Nadie debe renunciar a su cultura, pero deben hacer un esfuerzo por integrarse», recalca.
- Más de 700 menores fueron imputados en 2008 por diferentes delitos y faltas en Álava, el doble que el año anterior. ¿Preocupante?
- Llamativo. En esas cifras están incluidos los menores de 14 años, sobre los que no actuamos porque la ley así lo impide. Pese a todo, el aumento registrado el pasado año fue importantísimo.
- ¿Importantísimo pero no preocupante? Parece contradictorio
- No, porque este incremento es normal. Vitoria ha aumentado muchísimo de población en los últimos años y, por tanto, es lógico que aumenten los índices delictivos.
- ¿Vitoria es una ciudad segura?
- Creo que sí. Todavía no me da miedo ir sola por la calle de noche.
- ¿El incremento de la delincuencia es sinónimo de menor extranjero?
- No siempre. Es evidente que hay un número importante de menores extranjeros que cometen delitos, pero es que también los hay españoles. No hay porcentajes del 80% ni por un lado ni por el otro. No todos los delitos están cometidos por menores extranjeros no acompañados (‘menas’), y esto debe de quedar claro. Insisto, muy claro.
- ¿La inmigración es el principal mal o la excusa más fácil?
- Una excusa. La teoría de la etiqueta. Es muy fácil decir que un chaval por tener 15 años y ser extranjero no acompañado tiene todos los visos para ser delincuente. Mentira. ¿Por qué? El índice de delincuencia entre ellos sólo es de un 3%.
- Pues etiquete a los jóvenes vitorianos. ¿Cuál es el perfil del menor delincuente que llega a su despacho?
- Seguro que está pensando en un menor con un pasado complicado, con sus padres separados o fallecidos. Pero esto que parece tan lógico, no lo es. A veces, el delito que comete un menor no deja de ser un gamberrada, pero una gamberrada constitutiva de delito.
Presencia policial
- Las denuncias proliferan en barrios ‘tranquilos’ como San Martín. El colegio Marianistas, por ejemplo, ha decidido cerrar antes sus instalaciones. ¿La solución pasa por poner más policía, como claman los vecinos?
- No veo malo que haya más policía. Uno quizá está más tranquilo si sale del colegio con su niño y ve un coche con agentes aparcado. Pero no sé si es la mejor solución.
- ¿Qué está fallando? ¿El actual sistema educativo no vale?
- Antes, esto se reconducía en el ámbito familiar. Ahora el padre trabaja, la madre trabaja… Todo ha cambiado. Antes, cometías una burrada en el colegio, te echaban la bronca y cuando llegabas a casa te decían ‘algo habrás hecho’. Ahora, en cambio, el padre llama al colegio. Esta es la diferencia.
- Nuevas culturas, nuevas tipologías de delito. ¿Está aflorando la tenencia de armas blancas entre ciertos sectores de la población más joven?
- Sí. ¿Tú alguna vez has llevado una navaja con los amigos? ¿No verdad? Pues yo tampoco. Pese a todo, no son casos que se den todos los días. No es algo habitual.
- Deduzco que esto sí es preocupante y no «llamativo».
- Sí. Es lo que quizá más me preocupa. Estamos hablando de un fenómeno cultural. España siempre ha sido un país de emigrantes. Nadie debe renunciar a sus raíces, a su forma de ser, pero deben hacer un esfuerzo para aclimatarse a la sociedad en la que vivimos.
- ¿La llegada de las tan temidas bandas juveniles es una realidad o no deja de ser una quimera?
- Bandas como tal, Latin King, Ñetas… La Policía no me ha informado de que existan. Pero también es normal que en el ámbito de la delincuencia juvenil, el delito se cometa en cuadrilla, no en solitario.
- ¿Y existe riesgo de que las haya?
- Siempre existe. Desde el momento en el que hay gente que puede reunir las características personales necesarias para formarlas, sí. Pero esperemos que no se formen.
- La Diputación, «desbordada», acoge ya a 120 menores extranjeros, seis veces más que en 2007. ¿Hay demasiado descontrol administrativo y judicial en esta materia?
- Esto se veía venir. Al menos la Fiscalía lo veía venir. Muchos se creían que Álava, al no ser frontera con otros países, iba a ser una isla. Crees que no va a llegar, pero ha llegado. Y claro, de repente, 120. Debería haberse previsto. No se hizo y ahora hay que poner soluciones, porque a mejor, no va a ir.
Libertad de movimientos
- El Gabinete Agirre ha pedido al Gobierno central que prohíba la libertad de movimientos de estos chicos por la Península. ¿Lo comparte?
- Para un ‘mena’, su padre y su madre es la entidad pública de protección, en este caso la Diputación. Y como tal, no puede permitir que el joven se vaya una semana a Oviedo y otra a Barcelona. Esto sería impensable en un familia autóctona. No se le puede privar a nadie de la movilidad, pero sí hay que evitar una movilidad absolutamente discrecional por voluntad del menor.
- Es decir, que si llegan a Álava es porque otra provincia ha hecho la vista gorda y no ha cumplido con su deber. ¿Quién debe poner orden?
- Cada una de las provincias tiene su organismo. No es una cuestión de quien sí o quien no, sino que deben colaborar todas las administraciones públicas. Es un problema delicado porque implica dinero y más en una época de crisis.
- También se pide establecer un sistema de cupos para que cada provincia acoja a un número determinado de chicos en función de su población. No parece muy lógico que sólo Álava acoja a tantos menores como todo Galicia o casi como Madrid.
- Me parece perfecto, es lo lógico. Esto es como todo, si un amigo te dice que en no sé donde se está muy bien, pues vas. En este fenómeno ocurre lo mismo. Eso sí, puedo comprender a la Diputación, pero también debe saber que tiene un problema que es de su competencia y que tiene que poner soluciones.
- Ya han empezado a surgir las primeras voces para que se produzca un cambio en la ley y que los menores conflictivos reincidentes sean expulsados. ¿Lo comparte?
- Yo en la cosa de los legisladores no me meto. Me dedico a aplicar la ley.
- La Diputación ha pedido la unificación de criterios a la Fiscalía porque en algunas provincias, y a diferencia de lo que ocurre aquí, la prueba ósea sí tiene validez frente al pasaporte. ¿Entonan el ‘mea culpa’?
- Y yo también lo pido. De hecho, ya hay un fiscal de sala que se dedica a realizar esta función unificadora. Pero es que todo es tan amplio, hay tanta información… En Álava lo tenemos muy claro: si la documentación es válida, se acabó el asunto.
- ¿Y si la prueba ósea dice que el ‘menor’ tiene 30 años?
- Si tengo una documentación que está emitida por un órgano administrativo con competencia para hacerlo y me lo perita un órgano competente que me dice que el pasaporte es válido, pues es válido. Lo objetivo es la documentación no la prueba ósea, que es recurrible porque no todas las razas son iguales. Mientras no se dé orden desde Madrid diciendo que nuestro método es erróneo, no haremos ningún cambio.
- ¿Han detectado redes de falsificación de documentos en el territorio?
- Ninguna.
- ¿Y jóvenes con documentación falsa? En Vizcaya se acaban de detectar 16 casos para los que se van a iniciar los trámites de expulsión.
- No son muchos porque en lo va de año sólo hemos certificado que tres supuestos menores son legalmente mayores. Pero ni la Diputación ni nosotros somos quienes para expulsar a nadie. La Brigada de Extranjería del Cuerpo Nacional de Policía es la que decide qué hacer.
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