El Grupo V de la Unidad contra las Redes de Inmigración y Falsificación (Ucrif) de la Brigada Provincial de Extranjería y Documentación ha detenido a ocho personas. La operación ha desmantelado un grupo de origen chino, compuesto por jóvenes de entre 20 y 30 años, que se dedicaba a asaltar casas de alterne regentadas por compatriotas.

Se da la circunstancia de que, entre los miembros del clan, había un español. Su papel era fundamental, pues era el encargado de hacerse pasar por cliente, ya que en los prostíbulos no admitían a hombres chinos.

Cuando el español entraba en las casas de alterne, permitía el acceso a sus compinches chinos, que irrumpían violentamente en los inmuebles. De ahí que entre el sector de la prostitución asiática se hubiera corrido la voz y no dejaran que ningún chino entablara relaciones sexuales con las meretrices.

El «modus operandi» de la red continuaba de la siguiente manera: mientras desvalijaban la casa, uno o dos miembros del grupo permanecían en el exterior del inmueble para avisar a sus compinches en caso de que detectaran la presencia policial.

Las primeras detenciones se practicaron por el Grupo V cuando parte de la banda iba a cometer uno de los delitos. Paralelamente, agentes de la comisaría de Tetuán arrestaron a cuatro sospechosos cuando iban a huir de la casa de alterne. La red tenía un gran nivel de especialización, según la Policía. Los detenidos se servían de «chats» y correos electrónicos para comunicarse entre sí. Pero ya es un logro que la comunidad china se haya atrevido a poner denuncias, algo hasta ahora muy poco frecuente.

Entre los efectos intervenidos se encontraba una pistola con el número de serie borrado – algo ilegal – , así como dos cuchillos, ordenadores portátiles, varios teléfonos móviles y alrededor de 500 euros en efectivo.

Dos de los detenidos están acusados de infracción de la Ley de Extranjería.