MADRID – Redacción y agencias

En la actualidad, hay casi 71.000 rumanos parados en España, de los que 30.000 no reciben nada
El mismo día en el que se hizo público el mayor incremento del paro de la historia en un mes de abril, el ministro de Trabajo e Inmigración hizo pública una medida para favorecer la repatriación de los desempleados rumanos. Los trabajadores de este país que estén en paro podrán volver a Rumanía a buscar trabajo y, a la vez, cobrar íntegramente allí la prestación por desempleo a la que tengan derecho en España, afirmó ayer el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, al término de su visita oficial a Bucarest.

Además de hacer “un balance positivo” de su viaje, Corbacho señaló a su llegada a Madrid que las medidas contempladas en los convenios firmados el lunes con su homólogo rumano se irán ampliando, y una de las primeras novedades será el cobro en su país de origen del total del paro que los rumanos hayan generado en España. A cambio, el trabajador rumano se comprometerá a “una búsqueda activa de empleo en su país”, explicó el ministro, quien ha dicho que esta medida se pondrá seguramente en marcha pronto, aunque “hay que hacer alguna modificación de tipo legal”.

El colectivo de inmigrantes cuenta, según la Encuesta de Población Activa (EPA) referida al primer trimestre del año, con 1,06 millones de personas en paro, lo que supone una tasa de desempleo del 28,4%. El Gobierno, el resto de las fuerzas políticas y diversas instituciones de la sociedad civil han mostrado su preocupación por la bomba de relojería que puede suponer la inmigración si el empleo tarda tiempo en recuperarse. El motivo es que este colectivo, al estar en un país que no es el suyo, dispone de menos facilidades para adaptarse a la crisis.

Por lo que respecta a los rumanos, en la actualidad hay 70.912 parados en España, de los que 41.329 se están beneficiando de prestaciones por desempleo y el resto ya no recibe nada. En España, la colonia de rumanos llega a los 718.000 con tarjeta de residencia, de los que 253.000 están dados de alta en la Seguridad Social.

Corbacho anunció que la medida anunciada ayer, aún por concretar, también se aplicaría, si se llega a un acuerdo, al colectivo búlgaro, otro de los más numerosos. El objetivo, según resumió el ministro, es “explorar nuevas posibilidades que faciliten que el retorno pueda ser atractivo para los rumanos”. Con todo, existe bastante escepticismo sobre la posibilidad de que la medida tenga éxito, ya que, pese a las dificultades, muchos pueden preferir seguir en España.

Al mismo tiempo, el Gobierno desea que los empresarios españoles vean a Rumanía como un mercado emergente y con opciones de brindar buenas oportunidades de negocio. A corto plazo, el país va a ser receptor de unos fondos estructurales de la Unión Europea por valor de 32.000 millones de euros, a los que hay que añadir los 28.000 millones que aportará Rumanía a su propio crecimiento en los próximos años.

Corbacho, que comparó la situación actual de Rumanía con la de España en los años 70 y80, cuando empezaba a recibir fondos estructurales de la Unión Europea – entonces, Comunidad Económica Europea (CEE)-,ofreció ayer al presidente rumano, Traian Basescu, toda la experiencia española en ese sentido.

“Hablaré con Moratinos y Zapatero para articular un encuentro en Madrid con representaciones del Gobierno rumano” y concretar la participación española en las obras de infraestructura que Rumanía va a llevar a cabo, subrayó el ministro. El este de Europa ha sido uno de los ámbitos preferidos de crecimiento de los grandes grupos de construcción y servicios españoles en los últimos años. Rumanía es un país en desarrollo y España podría ayudar, por ejemplo, en la tecnificación de su sector agrario o en la construcción de viviendas, entre otros proyectos, según Corbacho.

La iniciativa del ministro en relación con los rumanos ha suscitado una respuesta negativa de la oposición, cuyos principales líderes urgieron ayer a Corbacho a trabajar para crear empleo tanto entre los inmigrantes como entre los españoles y a avanzar en el control de las fronteras para frenar la inmigración ilegal.