Las «mafias de las pateras» han ganado en diez años casi 2.000 millones de euros

ABC, P. A. ORTIZ, 06-05-2009

VALENCIA. Las mafias asentadas en Marruecos dedicadas al tráfico humano han podido ingresar cerca de 2.000 millones de euros durante la última década a costa de los miles de subsaharianos que, huyendo de la miseria de sus países, se echaron a los brazos de estas redes delictivas para poder pisar tierra española y así cumplir el sueño de establecerse en Europa.
Esta cifra se extrae del estudio sobre flujos migratorios de Marruecos hacia España elaborado por la Asociación Valenciana de Ayuda al Refugiado. El documento, fruto de miles de entrevistas a emigrantes subsaharianos en tránsito de emigración en Marruecos y a sus familiares, concluye que el precio que cobran las mafias por persona varía entre los 500 euros (cantidad desembolsada por el 35% de los encuestados) y los 3.000 euros (cifra que ha alcanzado a pagar el 26%).
«Servicios» ofertados
Los «servicios» que prestan estas redes mafiosas se mueven desde la falsificación de documentación pasaportes, visados o matrimonios falsos hasta la organización del viaje en patera. Un plan diseñado para poder intervenir en cada etapa del proceso migratorio de estas personas.
Para poder reunir el dinero necesario, el emigrante está respaldado económicamente por su familia, que lo considera una inversión de futuro. Sólo las familias con ciertos ingresos pueden costear la salida de uno de sus miembros, los cuales, en más de un 80% de los casos, se tratan de hombres solteros con un nivel de estudios «bastante alto».
Otro de los puntos que revela el informe radica en el descenso del número de subsaharianos presentes en el reino alauí estos últimos años: la reducción de las 30.000 personas registradas en 2005 a las 15.000 actuales puede deberse a la mayor importancia que ha adquirido la «ruta de los cayucos», que parte desde Senegal hasta Canarias.
Además, la desmotivación surgida a causa de las dificultades para finalizar la «travesía al primer mundo» (el 22% se encontraba en su segunda tentativa e incluso el 3% en su tercera) ha causado, según el estudio, que el 11% de los subsaharianos quiera regresar a su país, que el 14% esté indeciso y que el 2% se quede en el reino alauí. Y es que el tiempo medio de estancia de estas personas en Marruecos es de dos años y medio.
Durante este periodo, los subsaharianos, que proceden de los países cercanos al golfo de Guinea, sobreviven a costa de la venta ambulante y conviviendo hacinados en pisos situados en los barrios más marginales de las principales ciudades de Marruecos.
De un estudio similar elaborado por Cruz Roja de la Comunidad Valenciana en Senegal, y surgido a raíz de 1.650 encuestas, se extrae que la emigración cuenta con una aceptación general por parte de la sociedad senegalesa: el 90% de los entrevistados considera que esta vía es la única solución a sus problemas.
Tras la evaluación de los estudios, la Conselleria de Inmigración, que lidera el proyecto europeo «Infomigr@», establecerá dos campañas de información en Senegal y Marruecos con el objetivo de desincentivar las salidas irregulares alertando sobre los riesgos y consecuencias de tal decisión.

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