Cien propuestas en busca de la siempre difícil integración de los extranjeros en territorio alavés. La Diputación aprobó ayer el primer Plan Foral de Inmigración con la vista puesta en evitar, entre otras cuestiones, las «actitudes xenófobas» en la sociedad. Así lo anunció el diputado de Juventud y Promoción Social, Javier Aspuru, quien advirtió de que hay que erradicar «estigmas» como que los inmigrantes sólo vienen a recibir servicios sociales. No hay que olvidar que el estudio, adelantado ya por EL CORREO, revela que ocho de cada diez alaveses cree que hay «demasiados o bastantes» foráneos en el territorio.

En esa batería de ese centenar de actuaciones que abarca a todos los departamentos de la Diputación, destaca la puesta en marcha de una comisión para abordar la problemática de los menores extranjeros no acompañados. En la actualidad, en torno a 120 están bajo la tutela foral, una cantidad que quintuplica la existente hace apenas año y medio. Esta situación ha puesto en jaque a la Diputación, que se encuentra al borde del «colapso», a la espera de poder abrir a mediados de mes el nuevo centro de Molinuevo, con capacidad para 30 jóvenes.

En este sentido, el portavoz del Gabinete Agirre, Claudio Rodríguez, volvió a pedir ayer por enésima vez al Gobierno central que establezca un sistema de cupos para que cada comunidad autónoma acoja a un determinado número de chicos en función de su población. Asimismo, destacó que una de las soluciones pasaría por evitar la libre movilidad por la Península de la que ahora disfrutan estos menores.

Rodríguez no quiso entrar a valorar las declaraciones de la subdelegada del Gobierno central en Álava, Gloria Sánchez, que pidió a la Diputación que asuma sus competencias en vez de mirar tanto al Ejecutivo de Madrid. «Estamos cumpliendo con nuestros deberes, como así lo ha dicho la Fiscalía o el Ararteko», enfatizó el portavoz jeltzale.