La familia repudiada en La Arboleda se empadronó ayer en Trapagaran y podría trasladarse esta misma semana a la vivienda que el Gobierno vasco le adjudicó en el poblado minero. Así lo aseguraron ayer portavoces del Consejo Gitano de Euskadi que asesora al matrimonio, procedente de Sestao. «Están deseando ir a su casa. Es como si te toca la lotería y no puedes cobrar el premio», comparó el portavoz de la Asociación Gitana de Barakaldo, Eduardo Motos.
La familia realojada pudo inscribirse en el padrón tras más de seis meses de negativa por parte del Ayuntamiento de Trapagaran. Sólo tras la intervención del Ararteko en abril, que se posicionó a favor de la familia y reconoció su derecho al empadronamiento, el Consistorio aceptó realizar el trámite.
«Aún no se nos ha notificado cuándo entrarán a la casa, pero quieren que sea cuanto antes porque lo están pasando mal», reconoció Motos, tras recordar las condiciones en que vive la familia. «Tienen cinco hijos y residen en un hostal junto a las vías del tren en una zona llena de camiones», advirtió.
Cuando el matrimonio se instale en La Arboleda no estará solo. Si hace un mes, cuando se mudó inicialmente al piso fue escoltado por una decena de agentes, esta vez la familia también estará acompañada por representantes de las tres asociaciones romaní de Vizcaya: Iniciativa gitana, Asociación gitana de Barakaldo y Kalé Dor Kayikó. «Estaremos con ellos hasta que la situación sea normal», explicó Motos.
Por su parte, los residentes de La Arboleda insistieron en su rechazo al realojo. «Esas viviendas tienen que ser para vecinos de Trapagaran, porque aquí hay muchas familias que la necesitan y han estado toda su vida cotizando», indicaron.