DESDE CANALETES

La noche de la reconquista de la Rambla

La Vanguardia, Ketty Calatayud , 04-05-2009

Han tenido que pasar tres largos años, una dura travesía por el desierto, para que la Rambla haya vuelto a llenarse de una riada de barceloneses – todos barcelonistas, eso sí-;para que ciudadanos, aficionados de todas las edades, en su mayoría jóvenes – eso también-,tomaran de nuevo el paseo más emblemático de la ciudad, que históricamente se ha convertido en el santuario de las celebraciones de los éxitos del Barça. La noche del pasado sábado, unos cinco mil seguidores enfundados en camisetas y bufandas azulgrana se apoderaron de Canaletes, como en los mejores tiempos del barcelonismo, expulsando de su santuario a las prostitutas, lateros y camellos que han convertido el gran bulevar de la ciudad en un territorio comanche sólo apto para turistas en busca de vicio.

Los cánticos culés tradicionales y los más recurridos para la ocasión – “Campions, campions”, “Madrid se quema…”, “Eo, eo, eo, esto es un chorreo”-sustituyeron el sábado noche a los reclamos de los vendedores de droga que ofrecen sucedáneos de hachís, pastillas y cocaína, al “Cerveza, birra, beer” de los dispensadores ambulantes del líquido dorado, a las ofertas sexuales susurradas por las prostitutas que se esconden bajo su apariencia de adolescentes con tejanos y deportivas, al silencio de los rateros que se hacen invisibles para pisparle a cartera a cualquier víctima propiciatoria. El sábado no hubo espacio para ellos en Canaletes hasta que bien entrada la madrugada desapareció la invasión culé y se disipó la euforia de una afición que por fin pudo salir a la calle a celebrar con orgullo, de forma anticipada pero legítima, el primero de los éxitos que el Barça puede ofrecer a sus seguidores y a la ciudad.

Lástima que esa reconquista, que apenas dura unas horas, y que lamentablemente no está exenta de actos vandálicos e incívicos protagonizados por una minoría – algunos invadieron las marquesinas de los negocios, apedrearon escaparates, encendieron una hoguera con bolsas de basura y quemaron algunas bicicletas en una crónica de sucesos que acabó con cinco detenidos-,sea un espejismo, un oasis en ese desierto que se convierte en paraíso culé cuando los equipos del club azulgrana consiguen los títulos en juego. Las noches en la Rambla seguirán siendo propiedad de los otros,de los que mancillan el paseo más internacional de la ciudad, hasta que alguien ponga remedio. De momento, sólo el Barça lo consigue de vez en cuando. Los barceloneses seguirán evitando pasar por allí hasta que el equipo de Guardiola les dé otro motivo para desafiar la normalidad. Y este año, el calendario azulgrana tiene reservadas tres fechas para lograrlo.

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