donostia. La Diputación de Gipuzkoa y los 16 ayuntamientos del territorio que albergan centros de acogida de menores extranjeros no acompañados mantendrán reuniones periódicas para tratar de evitar los problemas de alteración del orden público y actos vandálicos que se han venido produciendo en algunas localidades. Así lo acordaron ayer ambas partes durante un encuentro de representantes forales con los 16 alcaldes y miembros de Eudel, la asociación de municipios vascos que solicitó la creación de este foro para abordar la preocupación suscitada por la situación que viven los menores extranjeros no acompañados.

Mantener encuentros periódicos de “coordinación territorial” para “analizar la evolución” de los centros de menores y efectuar “propuestas de mejora” fue uno de los acuerdos adoptados, según informó el Departamento de Política Social de la Diputación de Gipuzkoa mediante un comunicado. Además, se trabajará en la “implantación y fortalecimiento de los grupos de trabajo con agentes municipales y sociales del entorno de cada centro de acogida”.

De este modo, tanto la Diputación como los ayuntamientos se comprometieron a “mantener una comunicación fluida y a realizar de manera periódica contactos formales para hacer un seguimiento de la situación y de los acuerdos que se adopten”. Para ello, la Administración foral y Eudel elaborarán conjuntamente un protocolo de actuación que recoja el procedimiento y las garantías de dicha comunicación.

desbordamiento y control El alcalde de Deba, Jesús Mari Agirrezabala, fue uno de los asistentes a esta cita y uno de los regidores más interesados en avanzar en la aplicación de medidas para abordar los problemas de los menores tutelados, ya que en su localidad se sitúa un centro de acogida de jóvenes problemáticos. El mandatario debarra calificó de “muy positivo” el citado encuentro, en el que valoró la información ofrecida por los responsables de Política Social sobre los detalles que configuran el sistema de atención a los menores extranjeros no acompañados.

En este sentido, la Diputación y las autoridades locales analizaron las características del colectivo y su situación, en cuanto al número de llegadas registradas. Asimismo, la Diputación informó sobre la reorganización efectuada en el sistema con la puesta en marcha de un nuevo programa en Deba.

más control Agirrezabala agradeció las explicaciones recibidas y consideró que, si bien en un primer momento la situación “se desbordó, en cierta medida, por la cantidad de menores que llegaban, ahora existe un control importante”. El alcalde, además, mostró su “total disposición a colaborar y a trabajar de manera conjunta” con la institución foral.

En su encuentro, los Ayuntamientos y la Diputación acordaron también un documento conjunto que define su postura sobre las medidas legales necesarias para abordar este problema. Así, abogan por un cambio de la legislación vigente en diversos aspectos como, por ejemplo, en la valoración y respuesta de los actos delictivos o en el establecimiento de cupos por territorios en todo el Estado. Además, exigen el reagrupamiento familiar en sus países de origen “para todos aquellos que han agotado las posibilidades ofrecidas, tanto educativas como de inserción”.

Las autoridades guipuzcoanas apostaron, asimismo, por “establecer criterios homogéneos de actuación por parte de todas las comunidades autónomas, limitando de esta manera el libre tránsito de los menores extranjeros no acompañados”.