Algunas escuelas laicas pretenden suprimir del calendario escolar las referencias a la Semana Santa y la Navidad, y ya han prohibido la realización del Belén y otras decoraciones vinculadas a la tradición y cultura de estas festividades, alegando el carácter neutral del Estado.

Pero Navidad y Semana Santa son fiestas reconocidas por nuestra sociedad. Nadie sabe qué son las fiestas de invierno o las fiestas de la primavera. La sociedad, creyentes y no creyentes, hablan de Navidad, Domingo de Ramos o Lunes de Pascua.

Nadie se refiere al día «25 de las fiestas de invierno» o al «domingo siguiente a la primera luna llena de primavera». Actuando así, la escuela disocia a los niños de la sociedad, los manipula, y los somete a la ingeniería social. Además, la mayoría de inmigrantes conocen y comparten las fiestas de Navidad y de Semana Santa (latinoamericanos, filipinos y procedentes de la Unión Europea).

El Islam conoce y respeta las creencias nacidas del Cristianismo porque están próximas a su propia historia religiosa – Jesucristo es uno de los profetas del Islam – y sobre todo porque saben que en el respeto a los otros encuentran la mayor garantía para el respeto a sus creencias. ¿O quizás, en nombre de la neutralidad del Estado, las escuelas que suprimen las referencias a las fiestas de origen cristiano, obligarán a los niños musulmanes a comer cerdo?