ginebra. La República Checa, que ejerce la presidencia de turno de la Unión Europea, abandonó ayer la Conferencia sobre Racismo de la ONU. Praga se sumaba así a Israel, Estados Unidos, Italia, Australia, Canadá, Polonia, Alemania, Holanda y Nueva Zelanda, países que se han negado a participar en la Conferencia por considerar que se iba a convertir en un foro antisemita.

Las polémicas palabras pronunciadas en la jornada inaugural por el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, quien calificó a Israel de racista, provocaron que los embajadores europeos salieran de la reunión.

Por este motivo, la República Checa decidió abandonar el evento, “porque el discurso de ayer fue la gota que colmó el vaso”, aseguró a los periodistas el embajador checo ante las Naciones Unidas en Ginebra, Tomás Husák.

La Unión Europea debatió hasta el último momento su participación en la Conferencia y, en una reunión en Bruselas el domingo por la noche, se decidió sin consenso – Italia, Alemania, Polonia y Holanda boicoteaban la reunión – que sí acudirían, aunque no aceptarían “ninguna provocación”.

Los embajadores europeos consideraron una provocación las palabras de Ahmadineyad y por ello abandonaron la sala donde el presidente iraní pronunciaba su discurso.

nota de la UE En ese sentido, la UE rechazaba ayer enérgicamente las declaraciones vertidas el lunes por el presidente de Irán, Ahmadineyad, quien tachó al gobierno de Israel como un “régimen completamente racista”.

La UE espera que el desarrollo de la Conferencia contra el Racismo en Ginebra, auspiciada por la ONU, “se rija por el respeto y la dignidad de todas las partes”, señala una declaración emitida por la República Checa en su calidad de presidenta rotatoria del bloque comunitario.

Tras el escándalo provocado por el presidente iraní en la conferencia de Ginebra, todos los países de la UE, con la excepción de Alemania, Italia, Holanda, Polonia y la República Checa, decidieron continuar con su participación en la reunión.

Por contra, el ministro francés de Asuntos Exteriores, Bernard Kouchner, defendió ayer la conveniencia de Conferencia sobre el Racismo de la ONU por los avances respecto a la de Durban, de 2001, y reiteró que su país no se retira pese al discurso “antisemita” del presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad – Kouchner también abandonó la sala durante el discurso del presidente iraní – .

La razón de esa defensa es que en la Conferencia, que se celebra en Ginebra, se ha adoptado “un texto en el que figura todo lo que queríamos, todo lo que querían los países occidentales” aunque “no sea perfecta”, explicó Kouchner. >agencias