Jerusalén

En la víspera del Día del Holocausto, Israel se unió ayer en la indignación y emitió una enérgica protesta ante la «surrealista» Conferencia de Ginebra y la intervención del presidente iraní Mahmud Ahmadineyad. «En el Holocausto fueron masacrados seis millones del pueblo judío. Desgraciadamente, no todos han aprendido la lección. Mientras nosotros nos recogemos hoy en memoria de las víctimas, se celebra en Suiza una conferencia que supuestamente se centra en la lucha contra el racismo. Su invitado de honor es un racista, que niega el Holocausto y no esconde su voluntad de hacer desaparecer a Israel de la tierra», denunció el primer ministro Benjamin Netanyahu tras agradecer a las naciones que boicotearon la cumbre. «El discurso del odio de Ahmadineyad demuestra que hicimos bien en no acudir», afirmó el presidente, Simon Peres, calificando a su homólogo iraní de «Hitler persa».