Advierte de que crea «riesgos de segmentación y tentaciones populistas» en la sociedad Madrid

La crisis traerá xenofobia y hostilidad hacia los inmigrantes.Así lo vaticinaba hace un par de meses un estudio subvencionado por el Ministerio de Trabajo e Inmigración y así lo vino a advertir ayer la secretaria de Estado de Inmigración y Emigración, Consuelo Rumí.

Sus palabras exactas fueron: «La crisis económica global no facilita la integración. Introduce riesgos de segmentación y tentaciones populistas que con frecuencia están presentes en los discursos políticos y en actitudes sociales afortunadamente minoritarias».Nunca la número dos del ministro Celestino Corbacho en materia de extranjería había alertado de forma tan clara sobre los conflictos interraciales que puede depararnos el futuro.

Es, incluso, significativo, que para hacer públicos sus temores eligiera como contexto la presentación de Musulmanes en España, una guía de referencia editada por la Casa Arabe (consorcio dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores y de otras instituciones autonómicas y locales). Y es que, como ella misma dijo, los musulmanes «son todavía unos grandes desconocidos para una parte importante de la sociedad española» y su dimensión pública «todavía permanece oculta, casi escondida, lo que lleva a generar estereotipos y desconfianza».

¿Significa eso que llegaremos los españoles al extremo de convocar huelgas contra la contratación de extranjeros, como en el Reino Unido, o a quemar a sin papeles, como en Italia? Gema Martín Muñoz, presidenta de la Casa Arabe, recordó que en España «los niveles de discurso islamofóbico no alcanzan los niveles que en otros países europeos».

Pero «el contexto global no es favorable», dijo preocupada Rumí, e insistió en que «no es con la segregación ni con la discriminación como se va a salir de la crisis, sino con la cohesión social y la igualdad de oportunidades». En el mismo sentido se expresó Janec Lenarcic, director de la Oficina de la OSCE para las Instituciones Democráticas y Derechos Humanos, que explicó que «la discriminación con los musulmanes no es reciente, pero últimamente se ha visto cada vez más por una serie de acontecimientos internacionales y de retos económicos».