Obama ofrece a C.A. revisar deportaciones
En su primera reunión con la región, el presidente de Estados Unidos también se mostró abierto a la posibilidad de que su país apoye el financiamiento del BCIE. Pidió a sus homólogos que hagan un buen uso de los recursos.
La Prensa Gráfica, , 19-04-2009El presidente de Estados Unidos ofreció a Centroamérica que su secretaria de Estado estudie alternativas a las deportaciones masivas de ciudadanos con antecedentes criminales y, además, que perfile nuevas posibilidades de alivios migratorios si, se entiende, la discusión de una reforma integral no avanza en el Capitolio.
“Obama ofreció estudiar un acuerdo que permita que en nuestros países haya soluciones (para tratar) con la gente deportada con antecedentes criminales que hoy por hoy llegan libres”, aseguró el presidente salvadoreño, Antonio Saca, al salir de la reunión que los presidentes del Sistema de Integración Centroamericana (SICA) sostuvieron con su homólogo estadounidense. El sábado, Obama se había reunido con UNASUR y con el CARICOM.
Tras la reunión, el presidente Saca confirmó por primera vez lo escabroso que había sido tratar este tema con las administraciones anteriores: “El ex secretario (de Seguridad Interna de Estados Unidos) siempre dio una negativa muy grande a un acuerdo para los deportados”.
La canciller de El Salvador, Marisol Argueta, coincidió en que la reunión había servido para introducir el nuevo inquilino de la Casa Blanca a las principales preocupaciones del istmo en su agenda con Washington.
“Se trabajó concretamente en los temas de interés para Centroamérica: reforma migratoria, seguridad regional, y especialmente en el financiamiento de nuestros bancos regionales”, declaró Argueta.
Mauricio Funes, el presidente electo que asumirá el próximo 1.º de junio, también estuvo en la reunión. Su impresión, como la de su antecesor, es que Estados Unidos tuvo una actitud receptiva en el tema migratorio. Ofreció, dijo Funes, revisar las políticas, aunque no estableció más compromisos que ese.
“Su posición nos permite alimentar la esperanza de que habrá un giro y una mayor atención a los problemas que a nosotros nos preocupan más, como la estabilidad migratoria de los salvadoreños y el cese o regulación de deportaciones”, aseguró Funes.
Las deportaciones masivas de connacionales –con y sin antecedentes– desde Estados Unidos provocaron algunos de los escasos desencuentros entre las administraciones de Antonio Saca y George W. Bush, el antecesor de Obama.
En 2007, Bush ofreció a su homólogo salvadoreño formar un equipo de alto nivel para tratar el tema con El Salvador. Todo quedó en palabras. Desde San Salvador no faltaron las quejas –en voz baja primero y en declaraciones públicas al final– por la poca atención de Estados Unidos al tema. Tanto el actual ministro de Seguridad, René Figueroa, como el ex director de la PNC y ex candidato presidencial de ARENA Rodrigo Ávila atribuyeron a la llegada descontrolada de criminales con antecedentes, sobre todo pandilleros, la responsabilidad del alza de homicidios en el país.
En la reunión con el SICA, Obama aclaró que, por ahora, su prioridad en el tema deportaciones es Haití.
El capítulo migratorio
Ya la canciller Argueta había introducido el tema en la reunión bilateral que sostuvo con Hillary Clinton el sábado por la mañana. La secretaria de Estado también ofreció apertura. Hasta ahora, sin embargo, ni la Casa Blanca ni la diplomacia estadounidense han ofrecido compromisos concretos. Así lo habían adelantado especialistas en Washington a este periódico.
“No creo que la administración tenga algo nuevo que decir en el tema migratorio. El tema sigue siendo muy complicado en el congreso”, había dicho el analista Peter Hakim, del Interamerican Dialogue, en valoraciones previas a la cita de Trinidad y Tobago.
El presidente Saca valoró, justo al llegar a Puerto de España, que la reforma migratoria seguía siendo un asunto de extrema complicación para los partidos Demócrata y Republicano por lo que significa para ellos en términos electorales. Funes también abordó ayer el matiz de la política interna estadounidense al hablar sobre la migración.
En Trinidad y Tobago ha habido algunas señales que, según los funcionarios salvadoreños, permiten utilizar palabras como “expectativa” o “esperanza”. Lo concreto es que Barack Obama le ha pedido a Hillary Clinton que empiece a abordar el asunto de nuevo. “En el caso de Centroamérica, Obama ha dado instrucciones a la secretaria de Estado Clinton para que se analice y busque una solución que favorezca a Estados Unidos y a Centroamérica”, reveló el presidente electo Funes al salir de la reunión con el SICA.
Más allá de la reforma en el Congreso, las soluciones pasan por una nueva ampliación del TPS o, según Saca, por la revisión de otra legislación estadounidense como la denominada ley NACARA.
Por ahora, sin embargo, Obama solo ofreció al istmo ampliar el estudio respecto a trabajadores agrícolas, algo que no es tan interesante para El Salvador debido a que la mayoría de compatriotas trabaja en los sectores construcción y servicios.
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